Los hombres inteligentes y emocionalmente estables viven más...
Ser extrovertido, agradable y concienzudo fueron características asociadas con una mayor expectativa de vida.
De acuerdo con los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y publicado en la revista Psychosomatic Medicine, los varones emocionalmente estables e inteligentes parecen vivir más que los neuróticos y menos inteligentes.
Concretamente, los autores, dirigidos por Alexander Weiss, hallaron que los hombres con neurosis tenían más riesgo de morir en una década que los hombres sin esos problemas.
La razón se explica porque las personas neuróticas tienden a ser tensas, ansiosas, más vulnerables a la depresión y más propensas a fumar y tener peor salud que las aquellas que no presentan neurosis.
Sin embargo, los efectos de esos problemas disminuirían en las personas más inteligentes, que suelen ser más propensas a contar con los recursos intelectuales y económicos para contrarrestar los problemas de salud a medida que aparecen.
Así, en palabras de Weiss, "hallamos que el neuroticismo y la inteligencia interactuaban para predecir la mortalidad en veteranos de Vietnam".
En la imagen, Albert Einstein, el ejemplo del hombre inteligente.
El estudio
Los resultados surgen de un seguimiento durante más de 15 años de 4.200 hombres, de los que 234 murieron durante el estudio.
Tras considerar la influencia de la edad y otros factores, el equipo halló que el aumento del neuroticismo -vulnerabilidad a la neurosis- y la disminución de la capacidad cognitiva estuvieron asociados con mayor probabilidad de morir.
"El bajo nivel de inteligencia elevó ese riesgo a través de su relación con una menor calidad de salud y un menor nivel de educación y de ingresos", explicó Weiss.
Un nivel socioeconómico más alto y una mejor salud física contrarrestaron el efecto de la pérdida de inteligencia, pero no del aumento del neuroticismo, sobre la mortalidad.
"El mensaje más importante de nuestro estudio es que los factores sicológicos pueden interactuar para modificar la salud", resaltaron los investigadores.
Los nuevos resultados coinciden con los de estudios previos, que habían asociado los problemas de personalidad con la expectativa de vida. Por ejemplo, no tender a ser neurótico, ser extrovertido, agradable y concienzudo fueron características asociadas con una mayor expectativa de vida, como lo fue ser inteligente.