Especialista señala que la atención inmediata, es decir en la primera hora después de detectar los síntomas, puede salvar a la persona de quedar con graves secuelas.
El accidente cerebrovascular (ACV), o también conocido como ictus, es la segunda causa de muerte en el Perú y en la actualidad se registran 87 casos por cada 100 mil habitantes. Según el Ministerio de Salud, el riesgo de presentar un ataque se incrementa de forma paulatina a partir de los 55 años.
El doctor Fausto Alvarado, jefe de programas de salud de Sanitas, refiere que el ictus se desarrolla cuando la circulación de la sangre que llega al cerebro se ve interrumpida debido a la ruptura (ictus hemorrágico) u obstrucción de un vaso sanguíneo, lo que genera que determinadas zonas del órgano y las células nerviosas afectadas no reciben oxígeno, ocasionando la muerte de aproximadamente 2 millones de neuronas por minuto.
"Reconocer los signos de alerta del ACV en las primeras horas son decisivas para prevenir graves lesiones cerebrales que podrían dejar secuelas. Muchas veces, por falta de conocimiento, señales como la parálisis del rostro y el entumecimiento de brazos no se toman en cuenta, lo que puede complicar su caso cuando no se atiende de manera inmediata. Lamentablemente, solo el 30 % de personas que presentan algunos de estos signos logra acudir a un centro de salud”, señala.
Si bien es cierto que los ictus tienen mayor prevalencia en adultos mayores, también es posible que se presenten en otros grupos etarios. De hecho, el galeno asegura que un 0.5 % de todos los ictus se producen en personas menores a 20 años. Factores como el tabaquismo, sedentarismo, padecer de enfermedades preexistentes como hipertensión y diabetes, incrementan el riesgo de presentar un ACV.
En este sentido, el especialista de Sanitas explica qué acciones se deben realizar de inmediato ante el reconocimiento de un ataque cerebrovascular:
- Identificar síntomas. Entre las primeras señales que deben identificarse es que suele presentarse problemas de coordinación para caminar y hablar, parálisis facial, debilidad asimétrica del brazo, pérdida de sensibilidad en un lado del cuerpo. De igual manera, el dolor de cabeza, mareos y confusión forman parte de ellos.
- Acudir al centro de salud de manera inmediata. Al estar comprometido el cerebro, es vital recurrir al hospital o clínica más cercana dentro de la primera hora luego de identificar los síntomas. Usualmente, el primer especialista en atender la emergencia será el médico general, quien se encargará de la evaluación e identificación de los signos de la enfermedad para derivar a un diagnóstico.
- Seguir el tratamiento oportuno. Este dependerá del tipo de ictus, la gravedad y el tiempo de atención transcurrido desde que se identificaron los síntomas. Incluso en el caso del ictus de tipo isquémico (en el que un coágulo bloquea el paso de la sangre al cerebro) se tiene la oportunidad de restituir el flujo sanguíneo con un tratamiento con fibrinolítico si se actúa dentro de las primeras cuatro horas.
- Seguir las terapias físicas y farmacológicas indicadas por el médico tratante ayudará a la recuperación y evitará un accidente cerebrovascular secundario.
El doctor Alvarado afirma que un ACV no atendido de forma oportuna puede generar graves secuelas. “Algunas personas que sufrieron dicho evento y no recibieron la atención inmediata pueden presentar alguna discapacidad, daño neurológico, parálisis, trastornos de lenguaje, déficits cognitivos y fallecer, en el peor de los casos”.
Tomando en cuenta esta información, el especialista resalta que el 80 % de los casos registrados de ictus puede evitarse si se lleva un estilo de vida saludable.
“Es recomendable implementar una rutina de ejercicios regular y una dieta balanceada; así como el control de los factores de riesgo y la realización de chequeos médicos periódicos para controlar la presión arterial, el nivel de colesterol, entre otros valores.”
En esa línea, el especialista indica que para recibir atención y tratamiento ante determinadas patologías que pueden manifestarse en cualquier momento, como los ACV, es necesario contar con un seguro de salud que garantice el abordaje correcto y a tiempo.
"En Sanitas contamos con diversos planes que permiten monitorear el estado de salud e identificar riesgos y condiciones médicas de manera oportuna, pero es también importante que la población tome conciencia de fortalecer su cultura de aseguramiento para mitigar las consecuencias que podría representar estas enfermedades".