Especialista considera que en el invierno se incrementan las atenciones debido a la humedad, pero que es importante identificar qué otras causas lo desencadenan.
En el contexto del Día Mundial del Asma, Seguro Social de Salud (EsSalud) informó que durante el otoño hubo un incremento de atenciones de personas asmáticas, que aumentarán en los meses de invierno, debido a las crisis respiratorias que se originan por la humedad ambiental, cambios de temperatura, mayor proliferación de ácaros de polvo y hongos intra domiciliarios, factores que acentúan la enfermedad.
La doctora Elsa Zegarra, neumóloga del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud exhortó a las personas que padecen episodios de asma persistente y severa a que acudan a sus controles médicos periódicos.
La especialista señaló que “si algún asmático se contagia con el coronavirus, es necesario controlar los espasmos y la inflamación bronquial, pues la infección incrementa el riesgo de complicaciones”.
Recordó que es necesario saber diferenciar un cuadro de asma bronquial de un cuadro de covid-19. "Si bien es cierto, ambos pueden reducir nuestra capacidad ventilatoria, el covid suele acompañarse de sensación de alza térmica, malestar general y fiebre cuantificada.
Señaló que el asma bronquial es una enfermedad crónica de las vías respiratorias en la que se produce inflamación de las paredes de los bronquios y espasmo de los músculos que rodean al bronquio, se obstruye el paso del aire, lo que desencadena una respiración forzada, sensación de falta de aire, tos, dolor u opresión del pecho y ruidos muy parecidos a sibilantes y roncantes en el pecho.
Recomendó acudir a los establecimientos de salud, ante la aparición de los primeros síntomas de esta afección respiratoria, para que los especialistas brinden un diagnóstico definitivo e iniciar un programa de tratamiento.
"El asma bronquial es una enfermedad ambiental exacerbada por los cambios estacionales, además, es la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en nuestra población, pudiendo presentarse a cualquier edad", precisó.
No se cura, se controla
Explicó que el asma no tiene cura, pero se puede controlar con un programa de manejo de la enfermedad, que implica medidas preventivas, reconocer los factores desencadenantes, tratamiento dirigido según los síntomas, uso de medicamentos como broncodilatadores y corticoides inhalados, así como estudio sobre aeroalergenos desencadenantes, para iniciar inmunoterapias específicas en pacientes que no responden adecuadamente a los pasos terapéuticos previos.
“Debemos conocer los desencadenantes para evitarlos; éstos suelen ser el polvo de casa, moho, ácaros, sustancias químicas, algunos medicamentos, algunos alimentos y en un grupo de pacientes está asociado al ejercicio físico", resaltó.
Recomendaciones
La especialista recomendó tener un ambiente libre de alérgenos y mantener una buena limpieza, sin acumular polvo en las habitaciones. Además, señaló que es importante realizar actividades deportivas como los aeróbicos, de manera progresiva y controlando el asma.
Se debe evitar también el consumo de cigarrillos o tabaco, o estar en ambientes donde haya fumadores, pues el humo será un desencadenante de las crisis asmáticas.
Los pacientes con asma deben realizarse un chequeo médico de manera preventiva a cargo de un neumólogo o médico internista, colocarse la vacuna contra la influenza estacional, ya que son propensos a este tipo de infecciones virales.