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ECONOMISTAS DEBATEN ACERCA DE LA SOBERANÍA INDUSTRIAL Pandemia reveló las virtudes y los defectos de la globalización
24/03/2021 07:36 en INTERNACIONALES

No hay una gobernanza mundial a fin de enfrentar una amenaza como el covid-19.

 

 

París, Francia

AFP

La crisis sanitaria no desembocó en la “desglobalización” deseada por algunos, pero la ultraglobalización es ahora frenada por Estados que quieren recuperar parte de su soberanía industrial, según economistas.

Anterior a la irrupción del covid-19, el proceso de globalización –sinónimo de deslocalizaciones y de desempleo masivo– fue avivado por la pandemia que salió de China y se propagó por todo un planeta interconectado.

 

Luego, la penuria de algunos bienes vitales –mascarillas, respiradores– creó un electrochoque en numerosos países, de pronto conscientes de su dependencia ante China.

 

¿Se puede decir, como lo afirma el exministro de Economía francés Arnaud Montebourg, que la “desglobalización está en curso” debido a esta crisis?

 

 

Ralentización

 

“Hoy no vemos desglobalización. Hemos visto una ralentización de los flujos comerciales durante los confinamientos, pero que se debió a la parálisis de la producción y no a las cadenas de valor mundiales”, opina Cécilia Bellora, economista en el Centro de estudios prospectivos y de informaciones internacionales (Cepii)

 

En el 2020, los intercambios comerciales “solamente” cayeron un 9.2%, según la Organización Mundial del Comercio (OMC), que augura una recuperación del 7.2% en el 2021.

 

De forma inesperada, “el comercio de los productos más integrados en las cadenas de valor es el que menos cayó, a diferencia de lo que pasó en el 2008”, afirma Bellora.

 

En efecto, la crisis actual afectó a “los servicios más que (al sector) manufacturado”. En cambio en el 2008, los problemas del sector bancario privaron a las empresas de “créditos para comerciar”.

 

Isabelle Méjean, profesora en Francia de la Escuela Politécnica da el ejemplo del sector del automóvil, donde pese a las actuales tensiones en el suministro de semiconductores, la producción no se ha detenido de forma duradera, pese a que “10,000 componentes” producidos en los cuatro rincones del mundo entran en la fabricación de un vehículo.

 

Para Méjean, el Brexit supuso un “golpe mucho más duro” que el virus para Europa, dada la importancia de Reino Unido y su gran integración en las cadenas de valor.

 

En enero, las exportaciones británicas hacia la UE cayeron 41% mientras que las importaciones procedentes de Europa retrocedieron un 29%.

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