Más del 80% de pacientes con antecedentes de sobrepeso y obesidad son diagnosticados con diabetes tipo 2.
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que se caracteriza por la elevación de glucosa en la sangre (hiperglucemia), debido a que el páncreas no se encuentra produciéndola o el organismo no utiliza la insulina de manera adecuada. Esta hormona es fundamental en el cuerpo, ya que ayuda a que los azúcares de los alimentos que ingerimos lleguen a las células, donde se transforman en energía para que funcionen los músculos y los tejidos.
Un control deficiente de la glucosa aumenta el sobrepeso y la obesidad en la persona, derivando a que esta pueda llegar a tener diabetes de tipo 2, que es 10 veces más frecuente que la del tipo 1. Actualmente, más del 80% de personas con antecedentes de sobrepeso y obesidad son diagnosticadas con diabetes tipo 2, y están en riesgo de padecer un infarto agudo de miocardio o un evento vascular cerebral. La diabetes tipo 2 es una de las principales causas de muerte en el mundo.
Riesgo cardiovascular
La diabetes mellitus tipo 2 es considerada un problema de salud pública a escala mundial y representa una carga elevada de morbilidad y mortalidad. Las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la diabetes son responsables de aproximadamente el 50% de fallecidos.
Los factores de riesgo cardiovascular son situaciones patológicas que predisponen al desarrollo de la diabetes tipo 2. “Un mal hábito alimenticio, una vida sedentaria sin presencia de ejercicios, ni deporte o actividad física, generan obesidad y sobrepeso, y como consecuencia padecer diabetes mellitus tipo 2”, explica Cecilia Núñez Calderón, médico endocrinóloga del Hospital Militar Central. El riesgo de una persona diabética de padecer un evento cardiovascular se iguala al de una persona no diabética que haya tenido un infarto, subraya.
En definitiva, es muy importante que el paciente diabético controle sus factores de riesgo y siga el tratamiento adecuado de su médico clínico a fin de controlar la enfermedad.