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FUE BAUTIZADO COMO CURUPIRA Y LUCHARÁ CONTRA LA DEFORESTACIÓN Guardián de la Amazonía con IA Desarrollan en Brasil dispositivo que reconoce ruido de motosierra.
INTERNACIONALES
Publicado en 29/09/2023

 Cuando una motosierra se encienda para derribar un árbol en un lugar remoto de la Amazonía, Curupira lo oirá y alertará a las autoridades en tiempo real. Este aparato con IA es un nuevo “guardián” contra la deforestación en la mayor selva tropical del planeta.

 

 

Manaos, Brasil
AFP

A simple vista, este dispositivo desarrollado por la Universidad del Estado de Amazonas parece un discreto módem de internet inalámbrica amarrado a la corteza de un árbol, pero es mucho más.

 

Posee un sensor con inteligencia artificial, un programa informático entrenado para “reconocer el ruido de una motosierra, un tractor o lo que pueda causar deforestación en la selva”, explica a la AFP el gerente del proyecto, Thiago Almeida. 

El aparato es capaz de identificar así una amenaza y enviar en tiempo real la información a una central de alertas. El objetivo es “complementar otros sistemas de vigilancia” ya existentes, como el control de deforestación por imágenes de satélite, explica el investigador Raimundo Cláudio Souza Gomes, coordinador del Laboratorio de Sistemas Embarcados de la Universidad, al frente del proyecto.

 

Mientras que las imágenes satelitales detectan la superficie ya deforestada, el sistema de IA podrá avisar “cuando se esté iniciando el proceso de daño”, ayudando a prevenirlo, sostiene.

 

El proyecto fue bautizado en honor a Curupira, un ser de la mitología indígena conocido por su astucia para engañar a los cazadores y combatir a quienes destruyen la naturaleza. Esto es, un guardián de la selva.

 

La fase piloto del proyecto, financiada por la empresa local Hana Electronics, puso a prueba diez prototipos en las afueras de Manaos, capital del estado de Amazonas (norte), en regiones boscosas que permitieron simular las condiciones de los lugares más remotos de la selva. Según Gomes, los estudios preliminares para que estos sensores funcionen en cadena en la transmisión de información y cubran así grandes distancias “son muy prometedores”.

 

Mediante una conexión inalámbrica que no requiere internet, cada curupira se mostró capaz de comunicarse con los demás sensores a una distancia de un kilómetro.

 

Dispuestos a modo de malla por la selva, explica, serán capaces de identificar las amenazas y hacer llegar las alertas hasta cualquier punto con conexión satelital.

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