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Viernes Santo: conoce las siete palabras que pronunció Cristo en la cruz y su significado
Publicado en 08/04/2023 14:00
NACIONALES
En esta fecha, el mundo católico conmemora la pasión y muerte de Jesucristo y reflexiona en torno a sus últimas horas de vida.

 Una de las escenas más relevantes y significativas de la Semana Santa que nos recuerda los momentos finales de Cristo en la tierra, es la del Viernes Santo, cuando Jesús, crucificado en el Gólgota, nos deja un mensaje cuya vigencia para el mundo cristiano sigue vivo, refiere la hermana María Sulma Huamán Galindo, hija de Nuestra Señora de la Misericordia.

 

Las siete palabras constituyen el deseo mas profundo de Dios hecho hombre para cada uno de nosotros. Ofrecernos el perdón desde la cruz, a pesar de su propio sufrimiento, encomendar la humanidad a María como madre, aceptar los designios de Dios cumpliendo su voluntad, son gestos que nos conmueven y reconfortan, señala la hermana, quien es además directora de la institución educativa Santa María Josefa Rossello.
 
En la primera frase. "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen..." Jesús envía un mensaje a los judíos en presente, pero en realidad es una expresión para toda la humanidad, que nos llega hasta el día de hoy, y en el futuro, a todos los que creemos en él y que en algún momento terminamos ofendiéndolo, consciente o inconscientemente. 
 
"Muchas veces nos empeñamos en hacer las cosas bien y en ese afán de hacer la voluntad de Dios, terminamos también equivocándonos, lastimando a nuestros seres queridos y ofendiendo a Dios, entonces él, que sabe y conoce nuestra debilidad y fragilidad, nos dice "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.." 
 
 
"Esto revela también la profunda bondad de Jesús, porque a pesar de haber recibido todo el castigo, invoca y pide perdón para la humanidad. Y es que la esencia de Dios es amor y una expresión del amor es el perdón. Sin perdón no hay reconciliación y sin esta no hay paz, y por eso es esta expresión Padre perdónalos porque no saben lo que hacen..."refiere la hermana María Sulma.
 
Sostiene que en la segunda palabra: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso" Jesús, se dirige al ladrón que ha sido crucificado junto a él, pero en realidad está dirigido a todo aquel que se arrepiente de su mala conducta, de su mala vida, y a todo aquel que espera el perdón. 
 
"Cuando hay un arrepentimiento de parte nuestra hacia Dios, todo lo que le pidamos con humildad, él nos lo va a conceder en su momento, en su tiempo, pero siempre nos lo concede. La dignidad de Dios es la humildad del hombre".
 
En la tercera palabra, "Mujer ahí tienes a tu hijo", la hermana María Sulma refiere que está dirigida a su madre, María. Explica que en el contexto judío, la mujer era valorada si tenía un esposo, un marido o un hijo, pero María era viuda, por así decirlo, porque José ya había muerto y con su hijo muerto en la cruz, ella iba a quedar prácticamente abandonada. 
 
"En ese gesto de amor a María, Jesús la dignifica, no le dice mamá, le dice mujer reconociendo al género femenino. Mujer ahí está tu hijo y al hijo le dice... allí está tu madre".
 
La cuarta palabra "Dios mío, Dios mío, porqué me has abandonado..." es interpretada por muchas personas como un reclamo de él hacia Dios. La hermana señala que según la tradición de la iglesia, cuando Jesús pronuncia esa palabras él estaba recitando un salmo del antiguo testamento, pero señala que eso, de alguna manera, expresa también su sentir como hombre. "Como nosotros, siente el dolor, el sufrimiento, el abandono, la traición de todos, siente seguramente esa nostalgia de Dios. Expresa también su lado mas humano".
 
En la quinta palabra "Tengo sed" la hermana señala que encierra una doble expresión: la sed natural de beber el agua ya que había pasado tantas horas de flagelación, agotado, luego crucificado y la sed de la vida; es también el anhelo de Dios, el hecho de salvar a la humanidad a través de la cruz, es como un deseo de que se cumpla su voluntad.
 
"Tengo sed expresa la sed del hombre, la sed de la palabra de Dios, la sed de esta agua que es vida eterna, que es gracia".  
 
 
Cuando Jesús dice "Todo está consumado" en la sexta palabra, se refiere a que el propósito por el cual se ha hecho hombre, ha tomado la naturaleza humana, ha llegado a su fin, está consumado. "Todo lo que me has pedido padre que haga ya está hecho, lo último era la muerte en la cruz y luego vendría la resurrección".
 
Una parte muy emotiva de las siete palabras es cuando él agonizante dice "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". La hermana María Sulma asegura que esta séptima palabra no solo es la aceptación de los designios de Dios, sino el abandono total en Dios. 
 
Entonces recuerda la frase de su santa madre fundadora Santa María Josefa Rosello cuando dice "hagamos todo cuanto sea posible, cuanto esté en nuestras manos, una vez hecho, al final, abandonémonos en las manos de Dios". 
 
"Las últimas palabras de Jesús constituyen una gracia para cada cristiano. Cada palabra es vida, son palabras que pueden animarnos en momentos cruciales de nuestra existencia. Saber que es Dios verdaderamente, pero es tan humano, tan de carne como nosotros, que ha pasado por todo ese sufrimiento y sin embargo nos anima, nos promete y cumple su promesa". 
 
Asegura que la palabra de Dios siempre está vigente, se recuerda en Viernes Santo, pero puede meditarse siempre, en momentos de retiro, de silencio, en momentos que sentimos la partida de un ser querido.
 
"La palabra de Dios siempre da respuesta a cada situación de nuestra vida. Solo de su mano podremos afrontar los sufrimientos más grandes". 
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