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Día Mundial del Alzhéimer: ¿Qué debemos saber sobre esta enfermedad y cómo retrasarla?
Publicado en 21/09/2022 07:44
NACIONALES
Especialista del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN) explica que entre las enfermedades que afectan al cerebro, el Alzhéimer es la más frecuente.

 De los 50 millones de personas con compromiso cognitivo en todo el mundo, el 60% a 70% padece de la enfermedad de Alzhéimer. Si bien en la actualidad no existe fármaco eficaz que modifique el curso de este mal, sí podría prevenirse o retrasarse, por lo que es importante trabajar en los factores modificables que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores.

 

Para tener mayores luces sobre la enfermedad, y cómo prevenirla, a propósito de conmemorarse el 21 de setiembre el Día Mundial del Alzhéimer, la médico neuróloga del Centro de Investigación en Demencia y Enfermedades Desmielinizantes del Sistema Nervioso del Instituto Nacional Ciencias Neurológicas (INCN), Sheila Castro Suárez, refiere que la demencia es un término general, utilizado para describir una serie de enfermedades que afectan el cerebro y que empeoran con el tiempo. 
 
"Las personas presentan compromiso de sus capacidades mentales, emociones y comportamiento que generan dificultades para vivir de forma independiente. Existen varias causas de demencia, siendo la enfermedad de Alzhéimer la más frecuente".
 
Explica que la enfermedad de Alzhéimer es un mal neurodegenerativo que afecta progresivamente al cerebro. Puede producir pérdida de capacidad para recordar, aprender, razonar, nombrar objetos y con el paso de los años crea dependencia.  
 
"Además, pueden presentarse otros síntomas como tristeza persistente, falta de interés por realizar actividades, irritabilidad, agitación, dificultades para dormir, ideas delirantes (creer que le quieren robar sus pertenencias, que le quieren hacer daño, que los observan), alucinaciones, entre otros".
 
¿Por qué se produce? Castro afirma que este mal se produce por la acumulación anormal de dos proteínas en el cerebro, una es conocida como amiloide y la otra como proteína tau. "La razón por la que genera esta acumulación es desconocida, lo que sí se sabe es que empiezan a acumularse muchos años antes de que las personas presenten los primeros síntomas".
 
El diagnóstico
Para el diagnóstico de la enfermedad, la especialista refiere que es importante tratar de identificar el primer síntoma, así como seguir la progresión de los otros síntomas. Para eso se debe contar con un informante confiable y solicitar exámenes de laboratorio y neuroimágenes que permitan descartar otras causas de compromiso cognitivo. 
 
 
"Luego de valorar los aspectos clínicos y de apoyo al diagnóstico, podremos aproximarnos y plantear la posibilidad de que el compromiso cognitivo se debe a una enfermedad de Alzhéimer, que solo es diagnosticaba definitivamente después de la muerte, cuando se estudiaba el cerebro con microscopio, lo que permite observar la acumulación de las proteínas anormales.
 
La doctora Castro señala que en la actualidad hay exámenes especiales que permiten identificar estas proteínas anormales, como la tomografía por emisión de positrones (amiloide y tau) y estudios en el líquido cefalorraquídeo que nos permiten cuantificar estas proteínas anormales. 
 
Sin embargo –refiere– , estos estudios se emplean en investigación y aún no están estandarizados para la consulta clínica. Por otro lado, son poco accesibles, es decir, no están disponibles en el Perú, debido a que tienen un alto costo y son invasivos.
 
 
"En los siguientes años, tendremos exámenes que identifiquen estas proteínas anormales a través de exámenes séricos (en sangre), que serán de gran ayuda para el diagnóstico de las personas con sospecha de esta enfermedad".
 
"La enfermedad de Alzhéimer se desarrolla como resultado de múltiples factores. Existen factores de riesgo no modificables: personas mayores de 65 años y alteraciones genéticas (efecto mínimo) y los factores de riesgo modificables dentro de ellos tenemos: bajo nivel educativo, hipoacusia, traumatismo encéfalo craneano, hipertensión arterial, consumo de alcohol, consumo de cigarrillos/tabaco, obesidad, depresión, aislamiento social, sedentarismo, contaminación ambiental y diabetes".
 
En conjunto –afirma– estos 12 factores de riesgo modificables son responsables de alrededor del 40% al 56% de las demencias en el mundo, por lo que teóricamente podría prevenirse o retrasarse el alzhéimer. 
 
"El potencial de prevención es alto y podría ser mayor en los países de ingresos bajos y medios como el nuestro, donde se producen el mayor número de casos de demencia".
 
La especialista explica que la reserva cognitiva es la capacidad del cerebro para tolerar mejor los efectos, cambios causados en las neuronas por una enfermedad. Se ha observado que algunas personas con alzhéimer soportan mayor cantidad de proteínas anormales antes de llegar a presentar los síntomas.  
 
"Los resultados de estudios han mostrado que tener un buen grado académico, mantener actividades como la lectura, la escritura, relaciones sociales de forma activa, son factores que pueden influir en la reserva cognitiva y de esta manera influir en la presentación de la enfermedad".
 
Sostiene que a pesar de los grandes esfuerzos realizados en investigación para el tratamiento del alzhéimer, aún no se cuenta con un fármaco eficaz que modifique el curso de la enfermedad. Sin embargo, es importante trabajar en los factores de riesgo mencionados, aun cuando ya se hayan presentado los síntomas de la enfermedad. 
 
"Los medicamentos pueden ayudar a las personas que padecen Alzheimer a prolongar al máximo sus funciones y a desenvolverse de forma independiente por un tiempo, mientras el tratamiento no farmacológico se basa en brindar educación, soporte a los cuidadores y familiares de las personas con demencia de alzhéimer y de esa manera podemos ayudar a mejorar la calidad de vida de  pacientes y familiares".
 
En relación con los cuidadores, la doctora Castro afirma que esta tarea puede ser gratificante, pero también representa desafío. "Ver el deterioro progresivo de la persona podría generar dolor en los cuidadores (familiares y no familiares). Por eso recomendamos que, además de informarse sobre la enfermedad y saber de los cuidados que requieren sus seres queridos, deben cuidarse, priorizar su salud física, mental, emocional y tener mucha paciencia.
 
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