Con una ambiciosa reforma tributaria que incluye una regalía a la minería e impuesto a la riqueza, el presidente chileno, Gabriel Boric, busca acercar al país, uno de los más desiguales de América Latina, a los estándares de la OCDE en materia tributaria.
Santiago de Chile
AFP
El mandatario presentó la que fue una de sus principales promesas de campaña: una inédita agenda que apunta, en esencia, a que los ricos contribuyan más en un país con una de las tasas más bajas de recaudación en proporción a su riqueza de todo el bloque de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Consenso
Solo tres meses en el cargo le valieron a Boric para alinear a su heterogéneo gabinete –que incluye a la izquierda más radical y a la más moderada–, y construir, pese a la resistencia de la derecha, una política fiscal con la que busca financiar la amplia agenda de derechos sociales que trae bajo el brazo.
“Esto va más allá de un gobierno de turno [...] La meta de una reforma tributaria es precisamente avanzar hacia una mayor equidad, avanzar en mayor igualdad y cohesión social”, afirmó el mandatario sobre una reforma a la que se ha resistido los partidos y los dueños del dinero, y que había causado críticas y enormes expectativas.
La propuesta, a la que le espera un largo camino en el Parlamento, busca recaudar un 4.1% del producto bruto interno (PBI), unos 12,000 millones de dólares, para “financiar cerca de la mitad del costo del programa de gobierno”, detalló el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Para lograrlo, el Ejecutivo propone diferentes mecanismos, como elevar el aporte del 3% de los contribuyentes de mayores ingresos para “avanzar hacia la justicia tributaria”; elevar la tasa por ganancia de capital de operaciones bursátiles del 10% al 22%, o un impuesto a la riqueza a quienes excedan los 5 millones de dólares de patrimonio.
Sobre el impuesto a la renta, la tasa marginal máxima se establecería en el 43%, ubicándose en el promedio de los países de la OCDE, y “más del 97% de los contribuyentes mantendría su carga tributaria actual”, destacó Marcel.
De acuerdo con las proyecciones, la recaudación sería gradual: de un 0.6% del PBI en el 2023; 1.8% en el 2024; 3.1% en el 2025, y 4.1% en el 2026.
Cobre
Otra de las grandes novedades es aumentar la tributación de la gran minería del cobre, del que Chile es principal productor mundial, a aquellos explotadores con más de 50,000 toneladas de producción anual.
La reforma propone transicionar de la actual regalía, del 3% de las ventas totales, a una híbrida: con un componente sobre las ventas de entre un 1% y un 4%, y otra tasa de entre 2% y 32% sobre la rentabilidad operacional en función del precio del metal.
Baja recaudación
Pese a ser uno de los países con mayor renta per capita de América Latina, Chile es uno de los estados más desiguales y con menor capacidad redistributiva de la OCDE, teniendo en cuenta que los impuestos logran reducir la desigualdad en un 2.5% frente al 10% en promedio del grupo. La recaudación tributaria como porcentaje del PBI es de 19.3%, muy por debajo del promedio del conglomerado (33.5%), solo por delante de México (17.9%) y Colombia (18.7%).
Pese a que ha habido varias reformas tributarias desde el retorno a la democracia en 1990, “los ingresos operacionales se han mantenido prácticamente iguales en los últimos 30 años”.