El 7 de enero de 1821, la ciudad de Piura proclamó su adhesión a la causa libertadora. El estandarte que se usó en esa ocasión es el más antiguo que se conserva y se exhibirá desde julio en la sala Independencia, informó el ministro de Cultura, Alejandro Neyra, al Diario Oficial El Peruano.
El funcionario explicó que cuando el marqués de Torre Tagle abrazó la causa de la independencia y la proclamó el 29 de diciembre de 1820 en la intendencia de Trujillo, mandó correspondencias a otras ciudades del norte peruano para que hicieran lo mismo. Una de las que se plegaron más rápido fue Piura, que utilizó el estandarte que José de San Martín había diseñado meses atrás.
Único
El ministro recalcó que se trata de un estandarte y no de una bandera, y que tiene un valor excepcional. Por ejemplo, se lee en él la frase “Libertad y unión”, y es tal vez el único que usó esa expresión. “Es el estandarte más emblemático que existe por ser el más antiguo que se conoce que sobreviva y que tiene más de 200 años”.
La sala Independencia tendrá mobiliario de la época de la lucha por lograr que el país se separara de España. En el lugar donde está el museo se hospedaron José de San Martín y Simón Bolívar.
Otro atractivo es la pinacoteca, en la cual está el cuadro de José Olaya, pintado en los primeros años de la República por José Gil de Castro. Dicho sea de paso, Fernando de Szyszlo mencionó esa obra como una de sus favoritas.
Semilla del tiempo
El ministro de Cultura, Alejandro Neyra Sánchez, participó en el lanzamiento del proyecto La Semilla del Tiempo del Bicentenario. Esta iniciativa busca dejar un legado para las generaciones futuras, mediante la preservación de objetos seleccionados en un contenedor especialmente diseñado en acero naval y herméticamente sellado, con la representación de una pieza de cerámica inca chimú, similar a un cántaro.
Esta semilla se colocará en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, en Pueblo Libre. Por medio de ella se busca establecer un puente de integración, alineado con un futuro común entre peruanos, mediante un diálogo entre el presente y el futuro del país, entre el bicentenario y el tricentenario, dejando testimonio de nuestra fortaleza y capacidad de resistencia ahora que enfrentamos al covid-19.
