Empresas del Viejo Continente pueden asociarse con compañías del gigante asiático.
Alcanzado el acuerdo con el Reino Unido y concluidas las negociaciones sobre el tratado de inversiones con China, la UE cumplió en el 2020 sus dos principales objetivos en materia comercial e inicia el año dispuesta a reforzar los lazos con Estados Unidos, sin olvidar al Mercosur y Chile.
China
Si el acuerdo sobre el Brexit es consecuencia de un hecho que la UE no ha buscado, Bruselas sí ha querido avanzar y profundizar en sus lazos con China –la segunda economía mundial–, forzada en parte por el desplante del presidente estadounidense Donald Trump.
El tratado de inversiones con Beijing, cerrado a nivel político, garantiza a las empresas europeas un mayor acceso al mercado chino y competir en mejores condiciones con las compañías de ese país.
Destaca principalmente que China haya eliminado la restricción que imponía hasta ahora a las compañías europeas de formar una empresa conjunta, lo que beneficiará a sectores como el del automóvil, los servicios financieros o el de la construcción, por ejemplo, de hospitales en ciudades como Beijing, Shanghai, Shenzhen o Tianjin.
América Latina
El gran acuerdo comercial alcanzado en América Latina es el que la UE cerró con el Mercosur en el 2019, tras 20 años de negociaciones, pero cuya ratificación se ha atascado ante las reticencias del Parlamento Europeo y países como Francia, Países Bajos, Austria o Bélgica.
Los países europeos exigen mayores garantías en el acuerdo para proteger al medioambiente, temerosos de la deforestación del Amazonas que está llevando a cabo el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
El alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, resaltó recientemente en una entrevista la importancia de este acuerdo para la UE, para hacer frente a la presencia cada vez mayor de China en América Latina.
Mejores perspectivas hay para el acuerdo de asociación UE-Chile, país que espera cerrar las negociaciones durante el primer semestre del 2021. Este enero celebrarán la novena ronda de negociaciones.
Respecto a México, la UE modernizó su acuerdo comercial en el 2018, pero Bruselas aún debe traducir los textos para poder iniciar el proceso de ratificación.