EFE
El primer ministro británico, Boris Johnson, avisó ayer domingo de un endurecimiento de las restricciones mientras se ultiman los preparativos para intensificar el programa de inmunización con la vacuna de Oxford/AstraZeneca para combatir una pandemia que alcanza niveles sin precedentes en este país.
Desde hace varias jornadas el ministerio británico de Sanidad arroja cifras alarmantes de contagios por covid-19. Números que no bajan de 50,000 casos diarios en tanto que los hospitales temen colapsar y se superan los 74,500 muertos desde el inicio de la crisis.
El país está sujeto a un “durísimo” sistema de cuatro niveles de restricción en el que, entre otras prohibiciones, se vetan encuentros sociales en interior, y se imponen rígidas directrices que afectan drásticamente a la hostelería y al comercio, al abrir solo locales esenciales.