Fitch Ratings revisó la perspectiva de la calificación del Perú de estable a negativa; sin embargo, destacó que las sólidas instituciones macroeconómicas y sus finanzas externas respaldan su actual rating crediticio, que se mantiene en grado de inversión ‘BBB +’, tanto en moneda local como en extranjera.
La agencia calificadora explicó que la perspectiva negativa refleja el debilitado balance del Gobierno peruano, el deterioro de la previsibilidad de las políticas como resultado de la aprobación por parte del Congreso de medidas populistas en los últimos meses y la expectativa de Fitch de desafíos continuos para reducir los déficits fiscales a niveles consistentes con la estabilización de la deuda.
Señaló que el debilitamiento de la cohesión política y las instituciones desde el 2016 podría socavar la capacidad del próximo gobierno para implementar reformas fiscales, políticas y económicas que mejoren la productividad.