Son los primeros fabricantes en hacerlo en Estados Unidos y Europa.
AFP
El grupo farmacéutico estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech presentaron ayer ante la estadounidense Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) una solicitud de autorización para la comercialización de su vacuna contra el covid-19, convirtiéndose en los primeros fabricantes en hacerlo en Estados Unidos o Europa.
El anuncio era esperado desde hace varios días, tras la publicación de los resultados del ensayo clínico en marcha desde julio con 44,000 voluntarios en varios países y según los cuales la vacuna tendría una eficacia de 95% para prevenir el covid-19, sin efectos secundarios graves.
Estados Unidos y Europa podrían autorizarla para diciembre: en la primera quincena la FDA, según estimaciones del Gobierno estadounidense, y en la segunda la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Además, otra vacuna, la de la empresa estadounidense Moderna, también ha mostrado su eficacia y compite cabeza a cabeza con la de Pfizer/BioNTech.
Proceso rápido
La rapidez en este proceso es inédita en la historia de las vacunas. Han hecho falta ocho años en promedio para desarrollar las vacunas autorizadas en la última década en Estados Unidos.
Tan solo en marzo BioNTech propuso a Pfizer usar su tecnología inédita del ARN mensajero, en momentos en que el mundo vivía su primer confinamiento. El primer voluntario recibió la vacuna el 23 de abril en Alemania, en la primera fase de ensayos. La fase 3, y última, comenzó el 27 de julio y ha reclutado a unos 44,000 participantes en varios continentes.
La mitad de los voluntarios ha recibido un placebo y la otra mitad la vacuna experimental, sin saber cuál. Luego han continuado sus vidas con normalidad tomando las mismas prevenciones que la población general y progresivamente –con la explosión de la pandemia en Estados Unidos en otoño boreal– el número de casos de covid-19 entre el grupo placebo ha crecido, pero no entre el grupo vacunado.
De 170 casos registrados entre los participantes, 162 recibieron placebo y 8 la vacuna, según comunicados de los fabricantes.
Bares abiertos, escuelas cerradas
En Estados Unidos, donde se han reportado 251,000 muertes –solo 2,200 el jueves–, la situación ha alarmado a las autoridades lo suficiente para solicitar que las personas se queden en casa durante los días festivos de Acción de Gracias.
Más de 13,000 personas han firmado una petición en línea para mantener las escuelas de Nueva York abiertas, luego de que la ciudad ordenara el cierre de los colegios para sus 1.1 millones de estudiantes. Sin embargo, los bares y gimnasios permanecen en funcionamiento.
“Los gimnasios permanecen abiertos. Los salones de belleza y las peluquerías permanecen abiertos. Solo las escuelas están amenazadas con el cierre. Esto no tiene sentido”, dice la petición.