Plan de fiscalización de la Sunat promueve el cumplimiento voluntario de las obligaciones antes que la sanción.
Gracias a una serie de acciones preventivas antes que sancionadoras, la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) logró que un 70% de personas y contribuyentes a los que se les detectó alguna omisión, entre ellas, operaciones de venta sin inscripción al RUC, no entregar comprobante de pago o declarar montos menores a los efectuados, regularizaran voluntariamente su situación tributaria.
Mediante más de 153,000 acciones de gestión preventiva, principalmente el envío de 110,000 alertas masivas (mensajes de texto, correos, comunicación al buzón electrónico, llamadas robóticas), se logró informar al contribuyente de la obligación que estaba incumpliendo o realizando de manera incorrecta, con el propósito de que corrija la omisión y evite un control posterior y una eventual sanción administrativa.
Una de las fuentes más importantes para verificar el cumplimiento de las obligaciones de los contribuyentes es el análisis masivo de los Comprobantes de Pago Electrónico (CPE), teniendo en cuenta que más del 90% de las transacciones económicas del país se realizan con factura y boletas electrónicas. A esto se suma el modelo de segmentación y riesgo del contribuyente.
Estos resultados forman parte del plan de fiscalización implementado este año para combatir la evasión y elusión, incentivando el cambio de comportamiento voluntario del contribuyente por el del cumplimiento de sus obligaciones, mediante la gestión de riesgos para el cierre de brechas tributarias y la transformación digital de los procesos.
Cierre de brechas tributarias
El plan de cierre de brechas (inscripción, declaración, pago y documentación) busca aplicar tratamientos diferenciados frente a comportamientos distintos. Es decir, segmentar los contribuyentes en función a los riesgos y darles tratamientos distintos como orientación, facilitación del cumplimiento o la gestión de su obligación con las herramientas de cobranza con los que cuenta la Sunat.
Los otros dos pilares del plan de fiscalización son el de acción masiva y acción selectiva. En el primero, se gestiona programas de fiscalización de corte masivo, cuya característica es el manejo de un gran volumen de información, mediante cruces de la misma declaración jurada del contribuyente y confrontada con datos de terceros. Como resultado se obtienen inconsistencias tributarias de poca complejidad dirigidas a gran número de contribuyentes.
En el de acción selectiva, se priorizan acciones de fiscalización dirigidas a contribuyentes de los segmentos Mega, Top y Grandes y del Directorio PRICO que presenten mayor riesgo de incumplimiento tributario, a través de fiscalizaciones de corte intensivo.
Reinicio de fiscalizaciones
Debido a la emergencia sanitaria por la pandemia, la Sunat suspendió unas 82,000 acciones de fiscalización, que se han reiniciado paulatinamente en función a segmentos y criterios de fiscalización. Las primeras auditorías están vinculadas a principales contribuyentes y a aquellos con mayor riesgo tributario.
En resumen, al 30 de setiembre se han concluido 262,000 acciones de fiscalización, principalmente acciones inductivas y el envío de cartas y esquelas.
Para los procesos de fiscalización y cobranza, la Sunat aplica diversos criterios de análisis y evalúa la situación del contribuyente en esta coyuntura. Es decir, verifica si sus ingresos se mantuvieron o presentaron una reducción con relación al año pasado y, en aquellos casos donde la pérdida de ingresos fue muy alta, se suspendieron los procesos de fiscalización y de cobranza.
Procesos digitales
- La transformación digital de los procesos busca facilitar la forma en la que el contribuyente se relaciona con la administración tributaria. Busca también mejorar la eficiencia de los procedimientos y lograr que la obligación del contribuyente sea de fácil cumplimiento.
- En esa línea, la Sunat trabaja para digitalizar todo el proceso de fiscalización.