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Ministerio de Justicia y Derechos Humanos MINJUSDH alerta sobre señales de riesgo en adolescentes y brinda recomendaciones para una intervención oportuna
Psicólogo Alberto Cabello, especialista de la estrategia “Cambiando Rumbos”, detalla conductas que requieren atención inmediata para evitar que adolescentes entren en conflicto con la ley.
Por Administrador
Publicado en 26/04/2025 06:00
NACIONALES

Identificar y actuar a tiempo puede marcar la diferencia en la vida de un adolescente. Así lo advirtió el psicólogo Alberto Cabello, integrante del equipo interdisciplinario de la estrategia “Cambiando Rumbos” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH), al explicar las principales señales de alerta que podrían indicar un comportamiento peligroso o de riesgo en menores de edad.

Cabello señaló que es fundamental que padres, docentes y adultos responsables estén atentos a ciertas características que podrían indicar que un adolescente está expuesto o vinculado a situaciones que lo alejan de un desarrollo saludable. Entre los principales signos se encuentran las conductas violentas hacia figuras de autoridad, la sospecha de consumo de sustancias psicoactivas, y la vinculación con grupos de riesgo, como pandillas, barras bravas o personas involucradas en actos delictivos.



También alertó sobre la presencia de conductas agresivas extremas, la relación con adultos que incurren en actividades ilícitas, la poca o nula supervisión parental, el ausentismo escolar y el abandono del sistema educativo.

Ante estos escenarios, Cabello recomendó medidas específicas para contener y proteger al adolescente. “El primer paso siempre es el diálogo: hablar con el menor sobre los riesgos que implica su comportamiento”, indicó.

Si se sospecha consumo de drogas, se debe acudir a un centro de salud o derivar al adolescente a un Centro de Salud Mental Comunitario. En casos de agresividad extrema, es indispensable recurrir a profesionales de la salud mental.

En cuanto a las compañías de riesgo, el especialista insistió en reforzar la supervisión adulta y, si la situación persiste, buscar orientación profesional. El ausentismo escolar también requiere una respuesta firme: los padres deben involucrarse directamente en la rutina escolar del adolescente, y los centros educativos deben notificar oportunamente a los responsables.

Finalmente, Cabello recomendó a la comunidad estar alerta frente a la concentración de adolescentes en espacios públicos donde puedan darse situaciones de consumo o comisión de delitos. En estos casos, se debe informar a las autoridades locales para que implementen acciones de patrullaje o medidas de seguridad ciudadana.

La estrategia “Cambiando Rumbos” del MINJUSDH, bajo la batuta del ministro Eduardo Arana, busca prevenir que niños, niñas y adolescentes entren en conflicto con la ley penal, mediante una intervención temprana y articulada entre las familias, las escuelas, los servicios de salud y la comunidad. La detección a tiempo de conductas de riesgo es clave para construir un entorno seguro, saludable y con oportunidades para los más jóvenes.

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