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Esta pieza fue tallada en granito y fue encontrada por Marino Gonzáles en 1956, en las ruinas de Chavín de Huántar
MISCELANEA
Publicado en 06/10/2024

Hace casi 3000 años, esta piedra estuvo colocada sobre el muro de uno de los santuarios más remotos y famosos del Antiguo Perú.

Muestra a una criatura extraordinaria: De su cabeza emergen varias serpientes que se trenzan mutuamente como si fueran cabellos. De la boca del personaje sobresalen dos enormes colmillos. Y sus pies desnudos están rematados por las garras de una fiera salvaje.

Lleva también adornos "más humanos": Dos aretes circulares cuelgan de los lóbulos de sus orejas (lo que quizá indica cierto estatus social) y en sus muñecas y tobillos hay brazaletes. Pero lo más interesante de él no son sus adornos ni su apariencia sobrenatural, sino los objetos que porta en sus manos. En la derecha, hay una caracola strombus . En la izquierda, una concha de spondylus. Ambos son dos tipos de moluscos marinos. Y esto resulta fascinante por muchos motivos:

1) El mar está muy lejos del templo en donde estaba (Chavín de Huántar): Hay que atravesar dos Cordilleras (la Blanca y la Negra) para llegar a la playa más cercana. 

2) Ninguno de estos moluscos puede sobrevivir en las frías aguas del mar peruano. Provienen de los mares tropicales del norte (de Ecuador o de Colombia).

3) A pesar de ser importadas, caracolas como las de la mano derecha, talladas como trompetas, han sido encontradas por los arqueólogos en las galerías subterráneas de Chavín en donde los peregrinos depositaban sus ofrendas más valiosas en honor de los dioses del templo.

4) Durante toda la historia andina estas conchas fueron muy demandadas por casi todas las culturas del antiguo Perú. Las caracolas se usaban como trompetas en ceremonias. El spondylus se colocaba en las tumbas de los reyes y dignatarios y en todo tipo de rituales, incluso hasta la época de los incas, es decir, casi 2500 años después de que este maravilloso personaje apareciera grabado en uno de los muros de Chavín de Huántar. 

 

¿Es un sacerdote? ¿Un dios? ¿Una mezcla de ambos? Diferentes investigadores han elaborado interesantes teorías sobre este ser (que tiene muchas semejanzas con la escultura de El Lanzón, la más famosa de los templos de Chavín) pero todos coinciden en señalar que se trata de una de las representaciones más antiguas del uso simultáneo de las exóticas conchas norteñas en los rituales nuestros ancestros.

(Esta pieza fue tallada en granito y fue encontrada por Marino Gonzáles en 1956, en las ruinas de Chavín de Huántar. Actualmente se conserva en el Museo Nacional Chavín, en Ancash, Perú. Tiene 58 x 53 x 18 cm )

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