Se dan a conocer resultados de supervisión a cinco módulos ubicados en zonas de alta incidencia delictiva del distrito. La oficina de la Defensoría del Pueblo en Lima Este requirió la adopción de acciones inmediatas, por parte de la Municipalidad Distrital de San Juan de Lurigancho (SJL), a fin de garantizar la operatividad de los puestos de auxilio rápido, conocidos también como casetas de serenazgo, que se ubican en su jurisdicción. El pedido fue dirigido al término de una supervisión a cinco de estas estructuras ubicadas en puntos de alta incidencia delictiva las cuales, pese a esta condición, carecen del equipamiento básico para poder enfrentar cualquier situación de robo, asalto u otro delito.
La supervisión comprendió a los módulos 28 de Julio, ubicado en el cruce de las calles Los Halcones y Las Golondrinas; y Ascarrunz, que se ubica en la intersección de las avenidas Lurigancho y Pirámide del Sol, ambos en el sector de Zárate. Asimismo, al módulo 10 de Las Flores, ubicado entre la avenida Flores de Primavera y la berma central de la avenida Los Jardines Oeste, en Caja de Agua. Finalmente, el recorrido abarcó también a los módulos El Sauce, que se ubica en el cruce de los jirones Las Rosas y Las Margaritas; y Santa Rosa, en el cruce de las avenidas Santa Rosa y Jardines Este, ambos en el sector de La Huayrona.
Pese a que dichos módulos se encuentran en funcionamiento, es decir, que deberían contar con todos los elementos e infraestructura adecuados para garantizar intervenciones efectivas, durante la supervisión se pudo identificar que ninguno de ellos cuenta con equipos informáticos, cámaras de videovigilancia o vehículos como motocicletas, camionetas o bicicletas para intervenir rápidamente ante cualquier situación delictiva. Además, a excepción de los módulos de 28 de Julo y Santa Rosa, el personal que labora en la mayoría de los módulos carece de celulares, radios u otros equipos de comunicación para coordinar cualquier intervención.
Entre otros hallazgos, se pudo verificar también que el módulo El Sauce carece de un letrero que permita identificar su ubicación y que los servicios higiénicos del módulo Santa Rosa se encuentran inoperativos y solo cuenta con luz eléctrica en el segundo piso. De otro lado, se pudo detectar que ninguno de los módulos supervisados cuenta con una base de datos de las intervenciones que realizan, lo que impide la elaboración de estadísticas sobre los delitos más comunes. Además, ninguna de las casetas que formaron parte de la supervisión cuenta con apoyo de personal policial.
Los resultados de la supervisión fueron comunicados por la jefa de la sede defensorial en Lima Este, Lisbeth Yllanes, al alcalde de San Juan de Lurigancho, Jesús Maldonado, a través de un documento en el que se recuerda que el distrito de San Juan de Lurigancho está considerado como uno de los más vulnerables al crimen y a la violencia, de acuerdo al índice de priorización elaborado por la Dirección General de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior. En ese sentido, se solicitó a la autoridad a que, a través de la Gerencia de Orden Público, lleve a cabo una labor que permita poner en operatividad la totalidad de los puestos de auxilio rápido; así como la evaluación de un convenio con la Policía Nacional que permita garantizar la presencia de personal policial.
Cabe indicar que, de acuerdo al último boletín estadístico de la Policía Nacional, que recoge la estadística correspondiente al primer trimestre de 2024, San Juan de Lurigancho ocupa el segundo lugar, solo después de Cercado de Lima, en la lista de distritos de la capital con mayores índices de denuncias por delitos contra el patrimonio, con 4574 casos. En lo que corresponde al delito específico de robo, dicha comuna también ocupa el segundo lugar, con 1633 denuncias solo en los tres primeros meses de este año.
