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Venezuela: Polémicos comicios se encuentran bajo el escrutinio internacional
14/04/2024 01:07 en NACIONALES
El presidente Petro criticó el bloqueo de la inscripción de Corina Yoris, pero ahora negocia con el candidato opositor Manuel Rosales.

Venezuela está en el punto de mira de la comunidad internacional, sobre todo, desde marzo, cuando la oposición mayoritaria denunció trabas para inscribir a su candidata a las presidenciales del 28 de julio, Corina Yoris, lo que levantó una ola de críticas a la que se sumaron líderes izquierdistas cercanos al Gobierno, como el presidente colombiano, Gustavo Petro, o el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

 

 
Petro calificó las inhabilitaciones de opositores como un “golpe antidemocrático”, y Lula tachó de “graves” y sin explicación “política ni jurídica” los impedimentos para inscribir a Yoris, escogida por la alianza ante la sanción que pesa sobre María Corina Machado, ganadora de las primarias antichavistas, que le impide ocupar cargos públicos de elección popular hasta el 2036.  
 
Pero el mandatario colombiano se reunió con el presidente Nicolás Maduro para “limar asperezas” ante sus declaraciones y se comprometió a encontrar una “salida democrática” para Venezuela. 
 
Se convirtió en un vocero del gobierno chavista para tratar de convencer la participación de Manuel Rosales, considerado por la mayor parte de la oposición como el “candidato electo por Maduro” para competir en las elecciones del 28 de julio.  
 
Aún no se conoce si su gestión tendrá éxito, pero parece que el tema de luchar por la inclusión de Machado al proceso electoral no está en sus planes de “reconciliación política”. 
 
Crítica  
 
Asimismo, el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica –quien fue amigo del fallecido mandatario Hugo Chávez– expresó recientemente que es “lamentable” la situación de Venezuela, donde “parece que juegan a la democracia, pero no juegan a la democracia”. 
 
 
Mientras, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en un tono más amable, pero, sobre todo, más ambiguo, pidió que dejen a Venezuela votar “en libertad”, una reacción que fue bien recibida tanto por el Gobierno como por la oposición, que hicieron diferentes interpretaciones de esta. 
 
Al respecto, el internacionalista Félix Arellano dijo que estas posturas muestran un “cambio importante” en esa “izquierda latinoamericana” que, en buena medida, ha apoyado al país caribeño con una “solidaridad mecánica y poco crítica”. 
 
“Estas declaraciones de Pepe Mujica, Petro y Lula inciden en una nueva mirada sobre la situación venezolana”, dijo Arellano, quien considera que estos cuestionamientos marcan “más distancias” del Gobierno “frente a los partidos y Gobiernos de izquierda en el mundo”. 
 
Un escenario  
 
Para el experto, la “coyuntura no le está resultando favorable” al Ejecutivo, debido a que “cada vez hay una cruzada más fuerte de la comunidad internacional a favor de condiciones competitivas” para las presidenciales. 
 
 
“En este momento, pareciera que solo Cuba, Nicaragua y, en alguna medida, México, están más comprometidos con el Gobierno venezolano y, obviamente, actores de la geopolítica mundial, como Rusia y China”, dijo. 
 
Honduras y Bolivia también respaldan el proceso electoral. 
 
Arellano considera que un nuevo distanciamiento jugaría en contra de Venezuela, que “ha demostrado interés en mantener algún mínimo de negociación con la comunidad internacional, particularmente, con Estados Unidos” debido “al tema de las sanciones”, cuyo alivio permitió ampliar su cooperación con empresas energéticas del mundo. 
 
La extensión de unas horas al plazo para inscribir candidatos que otorgó el Consejo Nacional Electoral (CNE) a la PUD, que presentó al internacionalista Edmundo González Urrutia, pudiera, según Arellano, evidenciar que “hay preocupación frente a la posición de la comunidad internacional”. 
 
Injerencias 
 
Además de Colombia y Brasil, Argentina, Uruguay, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y EE. UU., la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), expresaron su preocupación por el desarrollo del proceso electoral. 
 
Para el diputado chavista Roy Daza, hay “desinformación de parte de algunos voceros gubernamentales” y “personalidades del mundo político latinoamericano y europeo”. 
 
Daza señaló que “se intenta manipular, con mentiras y falsedades lo que está sucediendo en Venezuela”, donde el proceso de postulación de candidatos –aseguró– “se cumplió”, con la inscripción de 13 aspirantes y la participación de 37 partidos.  En su opinión, Lula tiene una “información sesgada”, mientras que Petro se ha prestado “a una patraña”. 
 
 
Sin embargo, Daza confía en que esta situación no afecte a las relaciones de Venezuela con países latinoamericanos, las cuales “se mantienen y se desarrollan de manera muy eficiente”. 
 
Adelantó que la comisión enviará comunicaciones a Parlamentos regionales y al Congreso estadounidense, en defensa del sistema electoral y en rechazo al “injerencismo”. 
 
El presidente Nicolás Maduro, quien busca una segunda reelección, criticó que gobiernos “de derecha” y de “la izquierda cobarde” intenten “inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela”, mientras que el jefe del Parlamento, Jorge Rodríguez, instó a Petro, Lula y a Mujica a meterse “sus opiniones por donde les quepan”. 
 
Arellano advirtió que, con estas reacciones, “no se crea un ambiente favorable” y se pueden incrementar las distancias, lo que tiene consecuencias –agregó– en las relaciones económicas y en el respaldo político. (Efe)
 
Latitud 12

Editor
Fabián Vallas Trujillo

Internacionalista

fvallas@editoraperu.com.pe


La región está fracturada
 
La polarización que generan las elecciones en Venezuela ya comienza a vislumbrarse entre los países latinoamericanos. La grave situación generada por la invasión de las fuerzas de seguridad ecuatoriana a la Embajada de México en Quito se ha convertido en un “globo de ensayo” de un tema sobre el cual pocos países de la región desean manifestarse abiertamente: las viciadas elecciones en Venezuela. 
 
El martes 16 se realizará una reunión virtual de los presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La cita fue convocada por la presidenta Xiomara Castro, quien no oculta su simpatía por los “líderes del socialismo del siglo XX”. En esta cumbre es natural que se condene abiertamente el incumplimiento de la Convención de Viena, pero no se tocará el abuso del derecho de asilo por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 
 
De hecho, ya se adelantó opinión de que se desea que dicho organismo apoye la expulsión de Ecuador de la ONU, como lo demanda México; pero no solo eso, un grupo de países, entre los que se incluyen Argentina, Costa Rica, Paraguay, Perú y Uruguay, se ha quejado del manejo arbitrario de la presidencia pro tempore.  
 
La razón es que los presidentes se van a reunir a tomar decisiones sin que, como se estila en toda reunión de este tipo, se debata el tema a nivel de las cancillerías. Además, desean cambiar unilateralmente las reglas de juego. La aprobación de las resoluciones no sería por consenso, sino por mayoría simple, por lo cual la institución corre el riesgo de perder su carácter integracionista y tomar un tono político-ideológico.  
 
Cuando gane las elecciones Nicolás Maduro, debido a que es imposible bajos estas condiciones que gane la oposición, no hay duda de que los países aliados de Maduro tomarán el nombre de la Celac para bendecir el proceso electoral, pese a las críticas de las misiones de observadores electorales internacionales.  La región sigue fracturada. 
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