A la amplia oferta de atractivos turísticos de la región Cusco, liderada por los majestuosos Machu Picchu, el Valle Sagrado, la Ciudad Imperial, las montañas arcoíris y Choquequirao, se suma otra ancestral y enigmática construcción pétrea que concita creciente interés en los viajeros: Waqrapukara, nombre quechua que significa fortaleza con cuernos.
Así lo destaca la prestigiosa cadena de noticias británica BBC Mundo, que en el artículo titulado ‘Waqrapukara, la misteriosa y espectacular fortaleza inca en el Perú a la que apenas llegan los turistas’, escrito por Stephen K. Hirst y Heather Jasper, sostiene que la apariencia de este sitio arqueológico “evoca las historias de J. R. R. Tolkien, con sus dos picos gemelos elevándose sobre el cañón del río Apurímac como si de una torre de vigilancia de orcos sobre las tierras de Mordor se tratara”.
“A menudo se dice que si solo puedes visitar un lugar de Sudamérica debe ser Machu Picchu. Pero en un país lleno de lugares arqueológicos bellos y misteriosos, un buen consejo para los viajeros avezados es el de explorar otros lugares este año y Waqrapukara es una opción”, afirma.
Situado a unos 130 kilómetros al sureste de Machu Picchu, en el distrito de Acos, provincia cusqueña de Acomayo, este lugar se ubica a unos 4,100 metros de altura, 1,700 metros por encima de Machu Picchu, lo que hace que las vistas desde lo alto sean de una grandeza superior a la de cualquier otra de las maravillas sudamericanas.
“Y aunque está a unos 60 kilómetros de Cusco, la antigua capital inca y centro del turismo en la zona, Waqrapukara está tan apartada del circuito turístico habitual que hasta muy recientemente era una gran desconocida incluso para los lugareños”, subraya BBC Mundo.
Como sucede con otros yacimientos precolombinos en el Perú, en realidad es poco lo que se sabe del lugar. La fortaleza tiene algunos elementos arquitectónicos y modificaciones indudablemente incas.
Algunos expertos creen que fue obra originalmente de los canchis, un pueblo guerrero que prosperó antes que los incas, que terminaron por hacerse con el control de la zona y de Waqrapukara. Pero para Óscar Montúfar, de la Universidad Nacional San Antonio Abad de Cusco, hay indicios de que sus orígenes pueden ser aún más antiguos.