Unicef alertó que alrededor de 2 millones de niños corren el riesgo de enfermar mortalmente en América Latina y el Caribe porque no han sido vacunados o tienen un esquema incompleto, pese a que la región mejoró en el último año en cuanto a cobertura de inmunización.
Ciudad de Panamá
AFP
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia o Unicef señaló que se calcula que 2 millones de niños de América Latina y el Caribe no recibieron una o más dosis de la vacuna DPT (tétanos, difteria y tos ferina) en el 2022.
De ellos, 800,000 tienen al menos una dosis de la vacuna, mientras que cerca de 1.2 millones no recibieron ni una sola.
La cifra de 1.2 millones de infantes “cero dosis” en el 2022 es inferior a la de 1.7 millones registrados en el 2021, destacó el organismo, que aseveró que “muchos de estos niños y niñas viven en las comunidades más pobres de la región y tienen un acceso limitado a los servicios esenciales”.
“Es positivo que el número de niños y niñas ‘cero dosis’ en América Latina y el Caribe haya disminuido en medio millón este año. Sin embargo, la preocupante realidad es que aproximadamente 2 millones de niños y niñas en la región siguen siendo susceptibles de contraer enfermedades potencialmente mortales”, señaló el director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Garry Conille.
Peligros
Alertó que “retrasar la vacunación” de los niños “solo aumenta la probabilidad de futuros brotes, poniéndolos a ellos y a toda la población en riesgo”, por lo que “es crucial” seguir “priorizando y agilizando los esfuerzos de vacunación para garantizar la salud y la seguridad” de la infancia y las comunidades.
Unicef precisó que en el 2022 la cobertura de la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina entre los niños menores de 1 año aumentó al 79% frente al 75% del año anterior.
Los sectores más expuestos
Sin embargo, Unicef enfatiza que “la tasa de vacunación infantil de la región es inferior a la media mundial, del 84%, y se sitúa muy por debajo de la cobertura de más del 90% que la región alcanzó durante años, antes de empezar a retroceder en la última década.
Reiteró su llamado a los gobiernos y aliados para que identifiquen e inmunicen “urgentemente a todos” los niños, en especial a los más pobres, los indígenas y a los afrodescendientes que no han sido vacunados.
También para que den prioridad a la financiación de los servicios de vacunación y atención primaria de salud, construyan sistemas de salud más resistentes mediante la inversión en personal de salud, la innovación y la producción de suministros de vacunas.