“Es un orgullo para mí darle un momento de felicidad a mi país y a su gente”, fueron las primeras palabras de un emotivo Juan Pablo Varillas tras culminar un histórico partido, en el que por tercera vez, viniendo de atrás, derrotó a otro grande, al polaco Hubert Hurkacz, cabeza de serie número 13, 3-6, 6-3, 7-6 (3) y 6-2, para acceder a los octavos de final del Roland Garros, instancia en la que se medirá con el favorito, Novak Djokovic.
Juanpi se convirtió en el primer tenista peruano entre los 16 mejores del Grand Slam de tierra batida desde Jaime Yzaga en 1994 y consigue su mejor participación en un Grand Slam, donde hasta esta edición de Roland Garros no había ganado un partido.
Tras haber remontado dos sets en contra en sus dos primeros compromisos, Varillas volvió a demostrar una gran determinación frente a un rival de más peso, que buscaba sus segundos octavos consecutivos en París. Tres victorias en cinco sets que demuestran su capacidad de sacrificio y abnegación.
En un ambiente de fuego calentado por una ruidosa hinchada peruana que aclamó al nuevo héroe nacional, Varillas logró la victoria más importante de su carrera.
Ubicado en el puesto 94 del ranking, alcanzó su tercera victoria contra un tenista del top 20, demostrando que vive un momento dulce desde su aterrizaje en París. “Quisiera ganar 6-2, 6-2, 6-2, pero feliz por otra vez ganar acá. Fue un ambiente mágico, lo disfruté mucho. Di todo en la cancha y al final me llevé el partido”, manifestó.
Mentalmente fuerte
El peruano explicó cuál fue su plan de juego para superar al número 14 del mundo. “Fue un partido sumamente intenso. Hurkacz saca muy fuerte, tenía que hacerlo jugar, sabía que venía de batallas de cinco sets. Hacerlo jugar lo cansaba físicamente, mentalmente también tratando de jugar puntos largos. Gané bastante bien el quinto set”.
La primera raqueta nacional se sorprendió al saber que su próximo rival será Novak Djokovic, pero esa oportunidad la toma como única en la vida. “Qué linda experiencia. Qué lindo partido para jugarlo”, acotó.
Por otro lado, aseguró que está bien físicamente para seguir jugando. “Me siento bien, obviamente estoy cansado, pero nada extremo. Vengo preparándome bien todo el año, entonces uno entrena para este tipo de momentos”.
Finalmente, reaccionó al ser el primer peruano en llegar a esta instancia desde 1994. “Tremendo, haciendo historia. Me pone muy feliz por mi país, por toda la gente que me está siguiendo. Es un orgullo para mí darle un momento de felicidad a ellos”.