La Policía Nacional del Perú (PNP) y el Ministerio Público realizaron ayer un megaoperativo en el cual se detuvo a 13 presuntos integrantes de la organización criminal El Octavo Consejero, dedicada al lavado de activos, colusión y corrupción de funcionarios.
De acuerdo con información policial, entre los detenidos figura el empresario textil Mario Américo Mendoza, quien sería una pieza clave en la investigación del caso Cuellos Blancos del Puerto, a cargo de la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada contra el Crimen Organizado.
Como parte de esta operación policial también se incautaron cinco vehículos de alta gama por un valor de más de 360,000 dólares. El valor de lo incautado en el operativo alcanza los 23 millones de soles. El empresario textil detenido tenía comparecencia restringida y era investigado por el delito de colusión.
La intervención, que se llevó a cabo de manera simultánea en Lima y Callao, estuvo a cargo del Equipo Especial contra los Cuellos Blancos del Puerto, con el apoyo de la Dirección Contra la Corrupción de la Policía Nacional del Perú (Dircocor) y la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin). En el operativo policial participaron efectivos con el apoyo de fiscales especializados del Tercer Despacho del Equipo Especial contra los Cuellos Blancos del Puerto; en total se allanaron 21 inmuebles.
Red sectorial
De acuerdo con las investigaciones policiales, la organización criminal sería una red sectorial de los Cuellos Blancos del Puerto, clan delictivo que operaba desde el 2010.
Entre sus colaboradores hay empresarios, abogados, funcionarios y servidores públicos asignados a los distritos judiciales de Lima y Callao.
De acuerdo con la PNP, la organización criminal obtenía ganancias económicas o favores posteriores a cambio de hacer gestiones ilícitas para conseguir sentencias favorables, contratos con el Estado o designaciones en cargos específicos. La diligencia estuvo a cargo del fiscal provincial Jeans Arnol Velazco Hidalgo.
Así operaba
Mario Mendoza Díaz habría mantenido vinculaciones con los hombres clave que se encontraban en el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), la Corte Superior de Justicia del Callao, la Corte Suprema de Justicia, así como otras entidades del sistema de administración de justicia. Por ello, el empresario habría sido apodado El Octavo Consejero, haciendo referencia a que tenía la influencia suficiente para ser considerado como un octavo miembro del CNM.
Utilizaba cinco de sus empresas textiles y de otros rubros; la red criminal presuntamente ejecutaba acciones ilegales a fin de obtener activos inmobiliarios y monetarios a partir de defraudaciones y delito de corrupción de funcionarios, que posteriormente eran objeto de procesos de blanqueo para que el clan familiar pudiera disponer de estos bienes como si fuesen de origen lícito.