La Comisión Permanente del Congreso aprobó la acusación constitucional planteada contra el expresidente Pedro Castillo por los presuntos delitos de pertenencia a una organización criminal, tráfico de influencias y colusión.
Esta tuvo como base una denuncia planteada por la Fiscalía de la Nación. La votación final arrojó 19 votos a favor, 9 en contra y una abstención.
De igual manera, con 28 votos a favor y uno en contra en cada caso, la Comisión Permanente aprobó acusar constitucionalmente a Geiner Alvarado y Juan Silva, exministros del gobierno de Castillo.
Votación por separado
En cumplimiento de la normatividad vigente para estos casos, la votación se hizo por separado respecto a cada persona denunciada.
Cumplido este trámite, el informe acusatorio que incluye a los tres personajes mencionados pasará a ser sustentado ante el pleno del Congreso, para su votación final.
Los casos materia de esta acusación son los referidos a la licitación irregular y posteriormente anulada del Puente Tarata; y negociados en Petroperú y en el Ministerio de Vivienda.
Castillo ausente
En la sesión de la Comisión Permanente no se hicieron presentes ni Castillo ni su abogado. El titular del Congreso, José Williams, dijo que una delegación del Parlamento fue hasta el penal de Barbadillo, donde se encuentra el exmandatario, para facilitar su participación en la sesión, pero este se negó a ello.
Sobre entrevista
El presidente del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Javier Llaque Moya, informó en la Comisión de Fiscalización del Congreso sobre la presunta entrevista realizada por el diario El Salto de España al expresidente Castillo en el penal de Barbadillo.
Manifestó que la entrevista ha sido redactada por el presunto autor, seguramente de la información que le han brindado. “Puedo asegurar con absoluta certeza que nunca ingresó al penal”. Dijo que una vez leída la nota, se dispuso al director del penal que realice una revisión de la celda y se verificó que el libro que menciona el escritor, El arte de la guerra, de Sun Tzu, no estaba en la celda, pero sí había otros dos libros, uno de ellos de derecho penal.