Cuando se mezclan la juventud y el ímpetu no existe escollo imposible de superar. Eso lo entiende la quinceañera Mayumi Silva Ramírez, quien ve en el deporte su mejor trampolín para alcanzar los insospechado. La levantadora de pesas es considerada promesa de su disciplina gracias a los progresos alcanzados en los ámbitos local e internacional.
La fortaleza de Mayumi nació en la calurosa Pucallpa, precisamaente en el distrito de Callería. En esa localidad amoldó su carácter y su lucha, que años después puso en práctica cuando le tocó emigrar a Lima junto con su madre y hermana, dos de sus principales motivaciones, en busca de mejores oportunidades.
En el levantamiento de pesas comienza a dar pasos firmes. Su punto de inflexión sucedió en el 2022, cuando se adjudicó una medalla y fue considerada la mejor de su categoría, además de estar entre las cinco mejores del Campeonato Sudamericano desarrollado en el Perú. Se trató de su primera experiencia internacional, casi siete meses después de tener su primer contacto con las pesas, entrenando en la sede Legado Videna.
“Llegué inspirada por mi hermana, que practica este deporte. Ella tiene 22 años y he visto de cerca su esfuerzo para destacar. Mi mamá nunca dudó en apoyarme. En pocos meses logré que la Federación Peruana de Levantamiento de pesas se fije en mí y así pude representar con mucho orgullo a mi país. Busco hacerme profesional”, afirma.
Crecimiento rápido
La exponente peruana llegó a la capital con apenas 10 años. Vive en el distrito de San Luis. Con ese espíritu competitivo y perseverante, Mayumi mejoró su índice de masa corporal en los últimos meses. Mide 1.58 centímetros, pesa 59 kilogramos y levanta hasta 70 kilos con la técnica de envión y 55 en arranque.
“Conocía la técnica, pero me faltaba reforzar, comencé con un palito –de escoba– y luego con barra, ahora en envión cargo 70 kilos y en arranque 55. Las personas se equivocan pensando que las mujeres podemos sufrir cambios bruscos en nuestro cuerpo por levantar mucho peso. No deberían dejarse llevar por esos comentarios. Otros piensan que no podemos crecer, y también es mentira, todo está en los genes. No solamente los varones pueden practicarlo, sino también las mujeres tenemos potencial para el deporte”, enfatiza.
Ella reparte su tiempo entre el colegio y los entrenamientos en Legado Videna, mientras su madre, Luci Ramírez Vargas –aficionada al vóley– labora a tiempo completo como costurera.
“Entreno de 8:00 a 10:00 horas. Luego estudio en las tardes, desde las 13:00 hasta las 18:00 horas. De hecho, realizar las tareas se dificulta un poco durante el día, pero me organizo; por eso cerré el 2022 con buenas notas”, resalta.
Respecto a su proyección en esta disciplina, se vislumbra participando en mundiales, con el apoyo de su familia.
“Me veo participando en mundiales, yo creo que lo voy a lograr, entrenando y esforzándome. Mi mamá siempre me ayudó, me apoyó tanto a mí como a mi hermana”.