Meta es defender la reserva indígena yanomami ante la explotación clandestina de oro.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) empezó a movilizarse en la reserva indígena yanomami, antes de una gran operación prevista la próxima semana contra los mineros ilegales de oro acusados de causar estragos en este protegido rincón de la Amazonía.
Río de Janeiro, Brasil
AFP
La operación empezó con el despliegue de aviones caza y aeronaves de detección equipadas con poderosos radares.
“Todo vuelo sospechoso será desviado y el avión deberá aterrizar para ser identificado”, advirtió el ministro de Defensa, José Múcio, entrevistado por el canal BandNews.
Mediante un decreto firmado el lunes, el presidente de Brasil, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, prohibió el sobrevuelo de ciertas zonas y autorizó a la FAB para que dispare contra las aeronaves sospechosas y las obligue a aterrizar.
Matanza
La Policía Federal abrió la semana pasada una investigación por posibles crímenes contra miembros de la etnia yanomami, incluido el de “genocidio”, tras la publicación de cifras oficiales que dan cuenta de la muerte de un centenar de niños menores de 5 años el año pasado en la mayor reserva del país, hogar de unos 30,400 indígenas.
Los militares instalaron en los últimos días un hospital de campaña en Boa Vista, capital del estado de Roraima (norte), donde ya atendieron a “más de 300 personas, en su mayoría niños”, señaló en una conferencia de prensa, Juliana Freire Vandesteen, comandante del centro médico.
“Hay muchos casos de neumonía, parásitos intestinales, malaria y muchas enfermedades de la piel”, añadió.
Invasión
Según líderes yanomamis, unos 20,000 mineros clandestinos invadieron su territorio, mataron indígenas, abusaron sexualmente de mujeres y adolescentes, y contaminaron sus ríos con el mercurio que usan para separar el oro de los sedimentos.
El lunes, un juez del Supremo Tribunal Federal ordenó incluir a miembros del gobierno del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) en la investigación por “genocidio”.
Bolsonaro, cuyo padre fue garimpeiro en la mina a cielo abierto de Serra Pelada en las década de 1980, defendió siempre la minería en territorios indígenas.
Ilegal
Durante su mandato, el área devastada por la minería ilegal en la tierra yanomami pasó de 1,236 hectáreas en octubre del 2018 –cuando ganó la elección– a 5,053 hectáreas en diciembre del 2022, según un estudio satelital de la Asociación Hutukara Yanomami.
Los habitantes de esos territorios, por ley inviolables y donde toda explotación minera está prohibida, enfrentan problemas para alimentarse debido a la destrucción de la selva tropical donde tradicionalmente consiguen sus medios de subsistencia.