Siete personas murieron en un tiroteo frente a una sinagoga de Jerusalén Este y el autor del atentado fue abatido, en el último episodio de una espiral de violencia que se desató tras una letal operación militar israelí en Cisjordania ocupada.
Tel Aviv, Israel
AFP
El atentado, en un barrio de colonización judía del sector de Jerusalén anexado por Israel, se produjo pocas horas después de un bombardeo israelí de la Franja de Gaza, en respuesta a disparos de cohetes desde ese enclave palestino.
El jefe policial israelí, Kobi Shabtai, calificó el tiroteo como “uno de los peores ataques que hemos tenido en los últimos años”. Ocurrió en el Día Internacional de Recordación del Holocausto.
Según la Policía, “un terrorista se acercó a una sinagoga en la avenida Neve Yaakov de Jerusalén y abrió fuego contra las personas en la zona”, señaló un comunicado policial.
“Como resultado del ataque terrorista, siete civiles fueron declarados muertos y otros tres civiles resultaron heridos”, informó la Policía.
Agregó que el atacante huyó del sitio en un vehículo, pero fue rápidamente rastreado y muerto en un tiroteo con los agentes policiales.
El Magen David Adom (MDA, equivalente israelí de la Cruz Roja) dio parte de 10 personas baleadas, incluyendo una de 70 años y otra de 14.
“Oí una verdadera balacera”, contó Matanel Almalem, un estudiante de 18 años.
Condena
El presidente Joe Biden condenó el ataque en una llamada con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“El presidente dejó claro que se trató de un ataque contra el mundo civilizado”, dijo la Casa Blanca en un resumen de la llamada, agregando que Biden también “subrayó el férreo compromiso de EE. UU. con la seguridad de Israel.”
Poco antes, Washington había llamado a “todas las partes involucradas” en este “escalada de violencia” a buscar “urgentemente desactivar la crisis”.
Incursión
Nueve personas murieron el jueves en una incursión israelí en el campamento de refugiados palestinos de Yenín, en el norte de Cisjordania, según el ministerio palestino de Salud.