Después de años de creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, sus presidentes Joe Biden y Xi Jinping lanzaron mensajes conciliadores tras una larga reunión en Bali para fijar los límites de su rivalidad, que también dejó clara sus diferencias sobre Taiwán.
Nusa Dua, Indonesia
AFP
En vísperas de la mayor cumbre del G20 desde la pandemia, Biden y Xi se encontraron por primera vez en persona como presidentes con el propósito de evitar que las tensiones en distintas materias deriven en un conflicto.
“No hay necesidad de una nueva Guerra Fría”, señaló Biden al terminar el encuentro.
Conformidad
Después de darse la mano y sonreír ante las cámaras, los dos dirigentes se lanzaron a más de tres horas de reunión en la que mostraron cierta sintonía sobre Ucrania, pero dejaron patentes sus diferencias sobre Taiwán.
Y los dos líderes encontraron cierto terreno común sobre la guerra de Ucrania, destinada a ser una de las protagonistas de la cumbre del G20 que empieza hoy .
Xi y Biden “reiteraron su acuerdo de que una guerra nuclear nunca debe ser librada (...) y subrayaron su oposición al uso o la amenaza de usar armas nucleares en Ucrania”, señaló la Casa Blanca.
China no ha condenado la invasión de Ucrania, pero tampoco ha vendido armas a su aliado moscovita a pesar del apoyo militar de Occidente a Kiev y las múltiples derrotas de las tropas rusas en los últimos meses.
En su comunicado, Beijing no mencionó las armas nucleares, pero dejó claro que está “muy preocupado” por la situación actual en Ucrania y alertó que “las guerras no producen ningún ganador”.
Aunque el conflicto no está oficialmente en la agenda del G20, sus rampantes consecuencias (encarecimiento de los alimentos y la energía, ralentización de la recuperación económica poscovid, tensiones geopolíticas...) serán difíciles de obviar cuando los líderes mundiales se reúnan el martes en Bali.
Con la sombra del conflicto sobre la mesa, será más notoria la ausencia del presidente ruso Vladimir Putin, sustituido por su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. En cambio, quien sí participará, aunque por videoconferencia, será el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Las discrepancias
La cuestión de Taiwán es “la primera línea roja que no debe cruzarse” en las relaciones entre Beijing y Washington, advirtió Xi Jinping según el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Biden, que en varias ocasiones se ha comprometido en defender Taiwán en caso de ataque, criticó las acciones “agresivas” y “coercitivas” de Beijing sobre esta isla con gobierno democrático autónomo, pero consideró que Beijing no tienen planes “inminentes” de invadirla.
Las tensiones sobre la isla se multiplicaron con la visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y las maniobras militares lanzadas posteriormente por China en la zona.