El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó varias reuniones con su equipo de transición para sentar las bases de su futuro gobierno y discutir dos temas fundamentales: presupuestos y medioambiente.
Lula, de 77 años, regresó a Sao Paulo después de unos días de descanso en el turístico estado de Bahía, en el noreste de Brasil, tras ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ante el actual gobernante, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
El equipo de Lula está trabajando desde ya para hacer realidad una de las mayores promesas de campaña del antiguo dirigente sindical: mantener el valor del subsidio para los más pobres en 600 reales (hoy unos 120 dólares) mensuales.