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CEPAL DICE QUE ES UNO DE LOS SECTORES MÁS AFECTADOS A RAÍZ DE LA CRISIS Trabajadoras del hogar luchan por sus derechos laborales
Publicado en 02/11/2022 01:00
NACIONALES
En América Latina sufren de abusos, discriminación y desempleo.

 “Ya no necesitamos que vengas a la casa a trabajar”. Esta frase caló en la vida de buena parte de las trabajadoras domésticas en América Latina durante la pandemia, agravando su situación y obligándolas a la informalidad, que llega al 77%, de acuerdo con la Cepal. No obstante el reconocimiento a sus derechos, la falta de acceso a un trabajo digno persiste.

 

 

 

Las consecuencias de la pandemia han causado un fuerte impacto en estas mujeres. Las medidas de cuarentena, la limitación de la movilidad y actividad económica, el desempleo, la reducción de las horas trabajadas e incluso la pérdida de salarios las obligó a buscar otros ingresos, invisibilizando su papel esencial en el cuidado y en el funcionamiento de la economía.

 

En su informe del 2021 sobre la situación de las trabajadoras del hogar frente a la crisis del covid-19, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) dio cuenta de que en la región se dedican al trabajo doméstico remunerado entre 115 millones y 186 millones de personas, de las cuales el 93% son mujeres, lo que supone en promedio entre el 10.5% y el 14.3% del empleo de las mujeres en la región.

 

“Una de cada 10 mujeres es trabajadora doméstica y este fue el sector más castigado durante la pandemia. Estamos hablando de una pérdida de puestos de trabajo de cerca de la mitad en países como Chile, Colombia y Costa Rica, y de un tercio en el caso de República Dominicana, Brasil y Paraguay ”, señaló la directora de la División de Asuntos de Género, Ana Güezmes.

 

A esta realidad se suma que la mayoría de las trabajadoras domésticas que actualmente realizan esta actividad lo hacen de manera precaria y vulnerable, con ingresos muy bajos, horarios laborales largos o por horas mal pagadas, trabajo forzado y generalmente sin protección social.

 

“Es un sector muy feminizado y que antes de la pandemia tenía muy poca protección social; apenas el 25% cotizaban a la seguridad social o tenían algún sistema de protección”, explicó Güezmes.

 

 

Despidos

 

Muchos empleadores anunciaron su decisión de prescindir de los servicios de las mujeres dedicadas al trabajo doméstico. Los casos de despido, de la falta de no reconocer sus derechos laborales, los abusos y la discriminación se evidencian en países como el Perú, donde siete de cada diez perdieron su empleo.

 

La secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar en Lima de la Gran Alianza de Trabajadoras del Hogar en Valparaíso (Chile), María de los Ángeles Ochoa, asegura que no las indemnizaron, a pesar de que muchas habían dedicado más de 10 años de su vida a estos hogares.

 

Reconocimiento

Aunque las trabajadoras domésticas están amparadas por el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la estigmatización y discriminación persisten en la región, más cuando se afirma de manera despectiva que “tener una empleada en el hogar es un lujo”. La directora de la División de Asuntos de Género de la Cepal fue contundente al señalar que en la década de 1990 se vivía en un ambiente “de servidumbre, absolutamente inaceptable” y ahora se está ante “el reconocimiento de un trabajo en hogares de mayores ingresos donde se resalta el cuidado. A la gente le parece caro porque venía de no pagar nada”.

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