El titular del MEF explica las implicancias del Plan Impulso Perú, una iniciativa enfocada principalmente en mejorar las condiciones económicas de las personas.
El ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, expresó su confianza en que el Congreso de la República apruebe los proyectos de ley que su sector enviará esta semana para iniciar el plan Impulso Perú.
Víctor Lozano Alfaro
Periodista
vlozano@editoraperu.com.pe
"Será muy difícil por parte del Congreso oponerse a este tipo de iniciativas, porque el mensaje sería que el Congreso se opone a que la gente pague menos por el pasaje del Metropolitano, a que las personas puedan gastar menos en los recibos de electricidad; es decir, son temas tan sensibles que no creo que el Congreso bloquee estas posibilidades para mejorar la calidad de vida de los peruanos", comentó.
Detalló que, por lo general, los planes de reactivación siempre tuvieron un enfoque macro, pero la gente no se sentía parte de estos planes porque veía que eran factores muy lejanos a ellos.
"En cambio, cuando hablamos de subsidios concretos, estamos mirando el día a día de la gente y la lógica es que, en la medida en que los subsidios puedan significar un mayor ingreso disponible para la población, ese mayor ingreso sirve para apuntalar el consumo", detalló el titular del MEF.
Burneo manifestó que el consumo privado implica cerca del 66% de toda la demanda en la economía. "Estamos hablando de un factor que, reactivado, tendrá efectos positivos en la producción a corto plazo", detalló.
Fue presentado recientemente el Plan Impulso Perú, cuyo objetivo es dinamizar el crecimiento económico, ¿cuáles son las expectativas con esta iniciativa?
–La razón de ser de Plan Impulso Perú está relacionada con la necesidad de qué la economía alcance una tasa de crecimiento más alta.
Ya observamos cómo la economía se ha venido desacelerando y no podemos quedarnos cruzados de brazos. Si el producto bruto interno (PBI) crece, obviamente también lo hace la generación de empleo que, como sabemos, depende de las necesidades de producción de las empresas.
Hasta antes de la pandemia, siete de cada 10 trabajadores en el Perú eran informales o subempleados. Ahora, esta cifra se elevó a cerca de ocho.
La economía nacional necesita crecer como mínimo 5% anual, considerando nuestra estructura productiva. De esta manera, podremos absorber a los cerca de 300,000 jóvenes que anualmente se incorporan al mercado laboral.
Esto justifica plantear un plan de reactivación económica cuyos efectos se sentirán en los meses que restan de este año y en el 2023.
–¿Cuáles son las medidas iniciales de Impulso Perú que se implementarán inmediatamente?
–Las medidas que inicien el programa dependerán mucho de la rapidez con la que se cambie la normatividad. En este plan hay alrededor de 16 proyectos de ley que necesitan ser aprobados por el Congreso de la República.
Esperamos que el Parlamento evalúe y apruebe estas iniciativas, las que serán remitidas la próxima semana. Sobre esa base se iniciará la aplicación efectiva del plan.
La idea es que no se pierda de vista de que este plan no solo significa un impulso de la demanda, por ejemplo, de créditos específicos a tasas preferenciales para las micro y pequeñas empresas (mypes). En este caso se contempla utiizar la figura del Bono de Buen Pagador (BBP). Es decir, aquellas empresas que cumplan con el pago puntual de sus obligaciones recibirán un bono equivalente a una reducción de la tasa de interés.
Elegimos a las mypes porque son las principales generadoras de empleo en el país.
–¿Cómo hacer para que las personas sientan que este programa realmente fue preparado para ellas?
–En el momento en que se establecen subsidios, estamos hablando de un esquema cercano a la gente. Muchas veces, los planes de reactivación se han enfocado en el tema macroeconómico, pero no se miraban las cosas a nivel microeconómico.
Estamos hablando de un plan que brinda mejores condiciones en la vida cotidiana de las personas.
Desde el momento en que se empieza a implementar este plan, brindamos una señal clara desde el Gobierno de que los problemas de la gente,que están ligados a sus ingresos disponibles, sí son considerados en esta gestión.
En el corto plazo, la actividad económica depende de lo que pase, por ejemplo, con el consumo, la inversión y el gasto gubernamental.
Lo que hacemos es empujar, mediante un mayor gasto, la tasa de crecimiento de corto plazo.
Las iniciativas legislativas se plasman en un objetivo concreto, que es el aumento de los ingresos disponibles de la población, lo que se traduce en más consumo y un mayor consumo significa una mayor actividad económica.
¿Cuáles son las diferencias con otros programas de reactivación lanzados anteriormente?
–Cuando hablamos de Reactiva I y Reactiva II, estamos hablando de un programa de avales, en los que el Estado garantizaba hasta el 80% de los créditos más pequeños. La diferencia es que hay un bono de buen pagador para los que cumplen con sus obligaciones a tiempo.
No obstante, debemos tener muy en claro el contexto en el cual se aplicaron los programas Reactiva I y Reactiva II.
Estábamos saliendo de la recesión más alta que ha tenido el país en los últimos 100 años, y lo que se buscaba con estos programas era evitar un corte abrupto de la cadena de pagos.
Hoy, el contexto es diferente. Los programas de apoyo crediticio a las mypes contemplados en Impulso Perú contienen otros elementos adecuados a las actuales exigencias.
Ahora, los préstamos son recursos que se deben recuperar. Los programas anteriores tuvieron como objetivo dotar de capital de trabajo a las unidades económicas pequeñas para que puedan producir.
Otro factor importante de diferenciación de este programa con los demás es que no solo plantea medidas por el lado de la demanda, sino también medidas por el lado de la oferta.