Comentó que pensó dedicarse profesionalmente a la administración que es lo que estudia, pero su familia le brindó todo su apoyo y la hizo retomar el deporte. Hoy dedica su triunfo al Perú.
Eugene, Estados Unidos.- Kimberly García, la flamante primera medallista del Perú en un Mundial de atletismo, pasó por momentos de depresión tras su decepcionante paso por los Juegos Olímpicos de Tokio en los que se planteó la retirada, explicó la marchista este viernes a la AFP.
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Con su sonado triunfo en los 20 kilómetros marcha del Mundial de Eugene-2022, García culminó una espectacular resurrección deportiva tras quedarse fuera por lesión en la anterior cita de Doha-2019 y su abandono hace un año en los Juegos de Tokio.
"Llegué a pensar en dejarlo después de Tokio. Las expectativas eran muy altas y cuando a uno le suceden estas cosas a veces quiere dejarlo y dedicarse a otra cosa", explicó García, de 28 años.
"Estoy estudiando administración y pensaba dedicarme profesionalmente, pero mi familia cree mucho en mí y su apoyo me hizo retomar esto y estoy muy contenta", reconoció con una sonrisa.
Hasta que llegaron las desilusiones de Doha y Tokio, la atleta de Huancayo protagonizaba una prometedora carrera en el deporte que practica desde los cinco años, cuando comenzó a imitar a sus primos, que entrenaban como aficionados.
En sus primeros Juegos Olímpicos concluyó en el decimocuarto lugar de Rio-2016 y mejoró ese resultado hasta el séptimo del Mundial de Londres-2017.
Sin apoyo en su país, García se resintió de los obstáculos que planteó la pandemia del covid-19 para preparar adecuadamente para los Juegos de Tokio.
"Tuvimos que adaptarnos a entrenar en nuestra casa, lo que no era suficiente. Estuvimos así seis meses y todo eso trajo que no llegáramos bien a los Juegos", recuerda.
Después de Tokio "pasé un momento bastante duro, estuve mal", explica. "Por eso pensé en dejar de competir porque me dolió muchísimo y la familia fue fundamental para salir de eso y sobreponerme y continuar".
"Decidí continuar de a pocos, sin desesperarme. Y desde que regresé a las competencias en enero, las cosas salieron bien", señala.
Falta apoyo en el Perú
Pese a que su actuación en Londres-2017 fue una de las mejores del atletismo peruano, García lamenta no contar con apoyo suficiente de las instituciones de su país.
"El apoyo en Perú es bastante limitado. No es bueno por parte incluso de la Federación o el Instituto Peruano del Deporte", afirma. "Gracias a Dios cuento con empresas que me apoyan y son mi respaldo para cualquier competencia o campamento que tenga. Y mi familia, que me apoyó siempre de pequeña".
Su recuperación también está ligada al trabajo que comenzó el año pasado con el entrenador ecuatoriano Andrés Chocho, primero a la distancia y el último mes en una concentración en Cuenca (Ecuador).
El trabajo dio unos históricos frutos este viernes en una carrera en la que García sorprendió a las favoritas al tomar pronto la cabeza de la carrera y no desfallecer hasta cruzar la meta en solitario frente al Autzen Stadium de Eugene (Oregón).
"La competencia siempre se decide en los últimos cinco kilómetros. La estrategia era llegar hasta ahí y dar lo máximo", resalta.
Y García aún no ha terminado el trabajo en Eugene, ya que sigue resuelta a competir el viernes en la prueba de los 35 kilómetros.
"Es el objetivo, vinimos a las dos pruebas y ahora nos tenemos que recuperar rápido", explicó García sin dejar de disfrutar la victoria.
"Es un orgullo para mí. Trabajamos muy duro y nos esforzamos muchísimo para conseguir esta medalla y se la dedico a todo el Perú".