En un voto histórico, la muy conservadora Corte Suprema de Estados Unidos enterró el derecho al aborto y un puñado de estados aprovecharon para prohibir las interrupciones del embarazo en sus territorios.
Washington, Estados Unidos
AFP
Clínicas de Misuri, Dakota del Sur o Georgia que practican abortos van cerrando sus puertas una tras otra, pero estados demócratas, como California o Nueva York, se comprometieron a defender el acceso a la interrupción del embarazo.
Impacto
Una revolución se ha desatado por la decisión de la Corte Suprema de revocar su emblemática sentencia Roe v. Wade, que desde 1973 garantizaba el derecho de las mujeres estadounidenses a abortar. Aunque que la mayoría de los magistrados la considera “completamente infundada”.
“La Constitución no hace ninguna referencia al aborto y ninguno de sus artículos protege implícitamente este derecho”, escribió el juez Samuel Alito, en nombre de la mayoría. Roe v. Wade “debe ser anulada”.
“Es hora de devolver el tema del aborto a los representantes elegidos por el pueblo”, a los parlamentos locales, escribió. Una formulación muy parecida al anteproyecto de sentencia que se filtró a principios de mayo.
Cientos de personas expresaron su alegría o tristeza delante del templo del derecho, en Washington.
“Es difícil imaginar vivir en un país que no respete los derechos de las mujeres”, dijo Jennifer Lockwood-Shabat, de 49 años, entre sollozos.
Por el contrario Gwen Charles, de 21 años, se alegraba: “Entramos en una nueva cultura de protección de la vida”.
Revolución
La sentencia publicada “es una de las más importantes en la historia de la Corte Suprema desde su creación en 1790”, afirma el profesor de derecho sanitario Lawrence Gostin.
“Ya ocurrió en el pasado que cambie la jurisprudencia, pero para establecer o restituir un derecho, nunca para suprimirlo”, explicó.
La decisión va en contra de la tendencia internacional de liberalizar el aborto, con avances en países donde la influencia de la Iglesia católica continúa siendo fuerte, como Irlanda, Argentina, México y Colombia.
Triunfo
Llega después de 50 años de lucha de la derecha religiosa, para la que representa una enorme victoria, pero no el final de la batalla: seguirán movilizándose para intentar que la mayor cantidad de estados lo prohíban e incluso en busca de una prohibición federal.
También encaja con la política del expresidente republicano Donald Trump quien, durante su mandato, remodeló profundamente la Corte Suprema incorporando a tres magistrados conservadores (Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett) que apoyan la sentencia.
El millonario republicano saludó un fallo que “devuelve todo al nivel de los estados” y respeta la Constitución. “Es la voluntad de Dios”, agregó en la cadena Fox.
Concretamente la sentencia se basa en una ley de Misisipi que se contentaba con reducir el límite de tiempo legal para abortar. Desde la vista judicial de diciembre, varios jueces habían insinuado que tenían la intención de aprovechar la oportunidad para revisar la jurisprudencia de la Corte.
Error trágico
El presidente Joe Biden declaró que la decisión de la Corte Suprema de anular el derecho al aborto fue un “error trágico” y el resultado de una “ideología extremista”. “La salud y la vida de las mujeres de este país están ahora en peligro”, recalcó el demócrata en un discurso después de que se conociera la sentencia histórica. Lamentó un “día triste” para EE. UU., que se convierte en una “excepción” en el mundo. Biden instó a proseguir la lucha de manera “pacífica” y a defender “en las urnas” el derecho al aborto y todas las demás “libertades personales”, ya que se acercan las elecciones legislativas de mitad de mandato que se anuncian complicadas para los demócratas.
Consecuencias
De acuerdo con el Instituto Guttmacher, la mayoría de los estados prohibirán el aborto a corto plazo.
Por lo tanto, las mujeres que deseen abortar se verán obligadas a continuar con su embarazo, arreglárselas clandestinamente comprando píldoras abortivas, o a viajar a otros estados donde los abortos continúen siendo legales.