Los altos mandos de las exguerrilla FARC admitieron su culpa por primera vez ante las víctimas de más de 21,000 secuestros por los que fueron imputados, durante una audiencia ante el tribunal de paz en Colombia.
Sentado frente a varios exsecuestrados y sus familiares en un auditorio de Bogotá, el último comandante de la disuelta guerrilla inició el reconocimiento.
En nombre de los 13,000 combatientes que dejaron las armas acepto la “responsabilidad individual y colectiva frente a uno de los más abominables crímenes cometidos” por la organización marxista, señaló Rodrigo Londoño, conocido como ‘Timochenko’.
Lesa humanidad
Surgida del acuerdo de paz con la entonces guerrilla en 2016 en La Habana, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) imputó en 2021 a los altos mandos por crímenes de lesa humanidad relacionados con los miles de secuestros y otros delitos como tortura cometidos entre 1990 y 2016.
Los excomandantes guerrilleros Pablo Catatumbo, Pastor Alape, Milton Toncel y Julián Gallo también pidieron perdón durante la audiencia de tres días.
Jaime Parra, conocido como “el médico” de las FARC, y Rodrigo Granda, “el canciller”, podrán reconocer su responsabilidad, cuando termina la comparecencia.
La JEP determinó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) implementaron una “política nacional para secuestrar civiles” desde los años 1980.
Timochenko admitió que los delitos fueron “fruto de una política que desembocó en crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra”, en medio de reclamos de las víctimas que denuncian falta de verdad.