Una fuerte explosión en el céntrico hotel Saratoga de La Habana, que estaba cerrado al público, causó al menos 22 muertos y unos 40 heridos, destruyendo varios pisos del edificio y ocasionando daños a su alrededor.
La Habana, Cuba
AFP
Entre los heridos había 11 extremadamente graves. “A un niño de 2 años se le está operando por fractura de cráneo”, informó Miguel Hernán Estévez, director del hospital Hermanos Almejeiras, uno de los tres hospitales que acogieron víctimas.
La explosión sucedió a las 11:00 horas locales (15:00 GMT) de ayer. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, llegó una hora después al lugar para supervisar las labores de rescate.
“No ha sido una bomba ni un atentado, ha sido un lamentable accidente”, dijo frente a la montaña de escombros que se levantaba en el hotel de lujo, situado en la emblemática avenida Prado y muy cercano al Capitolio.
La Presidencia informó en un tuit que “investigaciones preliminares indican que la explosión la provocó un escape de gas.
El canciller, Bruno Rodríguez, expresó su “solidaridad y consternación” por la tragedia y envió “sentidas condolencias a los familiares de las víctimas fatales”.
Estruendo terrible
“Se sintió un estruendo tremendo y una nube de polvo que llegó hasta el parque [de enfrente], mucha gente salió corriendo”, dijo a AFP Rogelio García, conductor de un bicitaxi que iba pasando justo en el momento de la explosión.
Las cuatro primeras plantas del Saratoga, hotel de cinco estrellas que cuenta con 96 habitaciones, dos restaurantes y una piscina en la azotea, saltaron por los aires en la explosión. El suelo quedó sembrado de escombros y cristales y varios automóviles resultaron dañados alrededor, constató AFP.
“Hasta ahora no tenemos información de que exista algún extranjero ni herido ni fallecido, pero hay que esperar porque la información es muy primaria”, dijo de su lado el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda.
Neoclásico
El Saratoga se preparaba para reabrir al público el 10 de mayo. Es una lujosa construcción de estilo neoclásico levantada en 1880 para almacenes; fue remodelado como hotel en 1933 y reinaugurado en el 2005. Ha alojado a diversas personalidades, como Beyoncé y Jay Z, así como a Madonna y su hija Lourdes, y Mick Jagger, el legendario integrante de los Rolling Stones.