En los dos últimos Juegos Olímpicos (Río 2016 y Tokio 2020), Stefano Peschiera fue el primer deportista peruano en ganar el cupo, pero hoy en día eso no es lo único a lo que aspira el velerista nacional porque pasa por una etapa en la que anhela trascender y una buena forma de hacerlo es ubicarse entre los diez mejores en París 2024 y obtener un título mundial en la clase láser estándar.

Juan Sánchez Ortega 

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Lo único que no puede dejar de hacer Stefano es estar a bordo de su embarcación para lidiar una intensa batalla contra el viento. Casi siempre sale vencedor, pero para que ello ocurra habitualmente trabaja de manera incesante tanto en los entrenamientos como en los certámenes internacionales.

En el presente año comenzó con una agenda muy recargada con participaciones en eventos mundiales. El deportista arrancó el 2022 con la medalla de bronce en el sudamericano en Uruguay y ahora compite en el evento de circuito mundial en España contra 174 rivales. Luego participará en el Campeonato Mundial en México, en mayo próximo. Su agenda está recargada y no hay tiempo que perder cuando se trata de recuperar el nivel que lo llevó a ser el mejor exponente nacional y el actual capitán del equipo peruano de vela.

Tras superar una operación a la nariz, a la que se sometió para poder respirar mejor, Stefano cree que podrá dar un salto más en la mejora de su condición atlética.

“Recién he retomado los entrenamientos de alto nivel hace un mes y medio. Todavía no me encuentro en mi mejor momento; pero hay muchas cosas que mejorar y demasiado entrenamiento y concentración, con los mejores del mundo, por realizar en Europa. Estoy buscando llegar a mi mejor nivel y eso lo alcanzaré cuando comiencen a llegar los torneos más importantes como los panamericanos, sudamericanos, mundiales y panamericanos”, dijo el exponente nacional, quien se encuentra en la etapa de trabajo técnico y estratégico.

El deportista, de 27 años, es parte fundamental de la delegación nacional tras participar en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y Tokio 2020. Ahora buscará su tercera experiencia olímpica, con la ambición de trascender.

“Mi objetivo de clasificar a unos Juegos Olímpicos se dio en Río 2016, en ese tiempo estaba en la universidad. En la actualidad, por el nivel que tengo y el que tendré antes de ese certamen, mi meta será ubicarme entre los mejores en los Juegos París 2024. Tratar de tener un diploma olímpico e ingresar entre los ocho primero es lo que anhelo y lo estoy buscando en los últimos años. Las malas gestiones hicieron que no tengamos una buena campaña en los últimos juegos a los que asistí, así que tenemos que corregir muchas cosas”, resaltó.

Stefano asegura que los objetivos lo ayudan a estar vigente y a alimentar sus ganas de seguir en el deporte. En el tema regional buscará ganar el campeonato sudamericano, los Juegos Odesur y defender su título en los Juegos Bolivarianos (lo ganó en el 2017 en Santa Marta). También pretende sacarse el clavo en los próximos Juegos Panamericanos ganando una medalla. Irá con lo mejor que tiene a la edición Santiago 2023.

“Yo he sido campeón sudamericano láser radial en 2013 en Chile, en los Algarrobos, donde se disputarán las jornadas de vela en los Juegos Panamericanos 2023 y creo que es una ventaja que tengo. Para nuestro deporte conocer la cancha es muy importante porque la geografía y la meteorología varían siempre. Por eso hay que tratar de entrenarse en las condiciones parecidas a las que enfrentaremos en los torneos”, indica el timonel.

Paso fundamental

Peschiera califica a la vela como su vida porque hace 21 años se encuentra inmerso en esta disciplina, a nivel profesional hace nueve años, y en donde pasa el mayor tiempo.

“Siento que la vela es todo para mí. Estoy inmerso en esta disciplina desde los 6 años y forma gran parte de mi vida. Me tiene que encantar, me tiene que gustar y me tengo que divertir porque de lo contrario no hubiera logrado tanto, y creo que también debo ser bueno o haber tenido talento. También debo ser fuerte de la cabeza porque me permite mantener buenos resultados”, dice.

Agregó: “La vela me ayudó a tener una estabilidad en mi vida, me brindó un objetivo, ha sido mi guía que me permite llevar una vida balanceada, disciplinada y ordenada. Me ayudó a detectar mis prioridades, a conocer mis fortalezas y debilidades, a ser una persona analítica y madurar antes”, sostiene el velerista.

8º Puesto en el campeonato del circuito mundial cerrado para los 60 mejores en Miami.