Las fuerzas ucranianas aseguraron que temen la caída inminente de Mariúpol, una ciudad estratégica en el sureste del país asediada desde hace más de 40 días por el ejército ruso, y cuyo puerto estaría ya ocupado, según los separatistas prorrusos.
En Donbás, en el este, el gobierno ucraniano espera una inminente ofensiva rusa.
“Según nuestras informaciones, el enemigo ha casi finalizado su preparación para un asalto en el este. El ataque empezará muy pronto”, señaló el portavoz del ministerio ucraniano de Defensa, Oleksandr Motuzyanyk.
Sin perspectivas
En el frente diplomático, el canciller austriaco Karl Nehammer afirmó ser “pesimista” tras su reunión con el presidente ruso Vladimir Putin, la primera de un dirigente europeo que visita Moscú desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero.
“No hay que hacerse ilusiones. El presidente Putin entró de lleno en la lógica de guerra y actuará en consecuencia”, explicó Nehammer. “Por la parte rusa, no tienen mucho interés en un encuentro directo” con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, añadió el líder del gobierno austriaco.