Usar el baño en los restaurantes donde recogen la comida, pago semanal, informe sobre las propinas y entrega de una bolsa de comida aislada después de seis entregas.
Repartidores de comida para aplicaciones móviles en Nueva York, un gran número de ellos inmigrantes latinoamericanos, celebraron este domingo que mañana entran en vigor una serie de medidas que mejorarán sus condiciones de empleo, que beneficiará a unos 65.000 de estos trabajadores que se estima hay en esta ciudad.
Nueva York, 23 ene. Agencia EFE
El pasado septiembre el Consejo municipal aprobó un paquete de medidas, que irán entrando en vigor por pasos comenzando mañana, luego de más de un año de reclamos de estos trabajadores, considerados esenciales durante la crisis de salud por la pandemia.
Las medidas imponen a las empresas de reparto como Grubhub, DoorDash o Uber Eats, que garantice unas condiciones mínimas a los repartidores, conocidos como "deliveristas".
La lista de beneficios que regirán a partir de mañana incluyen desde el derecho a usar un baño en los restaurantes donde recogen la comida, informar a los trabajadores sobre las propinas de los clientes y detallar el pago total que recibió.
Los repartidores, piezas clave de un negocio que se disparó con la pandemia de la covid-19, se organizaron como Deliveristas Unidos para reclamar derechos luego de que varios murieran durante asaltos para robarles sus bicicletas o fueran atropellados, sufrieran el robo de propinas o se les negara el uso de un baño, entre otros problemas.
"Hoy es un gran día para los más de 65.000 deliveristas y trabajadores esenciales. Mañana 24 de enero mi esposa y yo comenzamos nuestro día con nuevos derechos laborales que no teníamos", dijo Manny Ramírez, líder de Deliveristas Unidos, durante una conferencia de prensa en la que contaron con el senador federal Chuck Schumer, la representante Alejandra Ocasio Cortez y otros políticos locales.
Ramírez recordó que ha sido "una larga lucha" con "un alto costo humano" porque "muchos compañeros perdieron la vida en el cumplimiento de su trabajo".
"La lucha por nuestros derechos y mejoras en nuestras condiciones de trabajo no ha terminado, que seguiremos dando pasos para conseguir el objetivo deseado", aseguró, rodeado de un nutrido grupo de compañeros.
Schumer destacó por su parte que los trabajadores, "que solo quieren una vida mejor para ellos y que se organizaron, son un modelo para toda la ciudad".
"Queremos educar al público sobre los deliveristas, sobre lo que se necesita, cómo pueden respaldarlos y cómo podemos apoyar a otras organizaciones de trabajadores para hacer de nuestra ciudad un lugar más justo y equitativo", afirmó.
A partir del 22 de abril comenzarán a regir otras medias como la que exige que se establezcan ciertas restricciones de distancia o evitar zonas de reparto en sus itinerarios, sin que por ello puedan sufrir represalias.
También que las aplicaciones informen a los repartidores los detalles de la ruta antes de que éstos acepten la entrega, pagarles semanalmente y entregarles una bolsa de comida aislada después de seis entregas.
Los repartidores se organizaron con la ayuda del Workers Justice Project, que dirige la ecuatoriana Ligia Gualpa y que hoy afirmó con satisfacción que han demostrado que es posible reescribir las reglas de la industria de las aplicaciones y garantizar protecciones para todos los trabajadores.
"Seguiremos organizando y transformando esta industria", advirtió.