El ingeniero Juan Manuel Chumpitaz considera que la empresa Repsol no lo aplicó y tampoco adoptó las medidas que la actual normativa en hidrocarburos contempla.
Cualquier actividad que implique un riesgo de derrame, sea mínimo o alto, necesita tener las medidas de contingencia previstas. En este caso, la descarga de un material peligroso como es el petróleo crudo, necesita tener activadas estas barreras de contención desde el momento de la descarga, como es el uso de desnatadores y salchichas absorbentes que son tecnologías eficaces, afirmó el ingeniero ambiental, Juan Manuel Chumpitaz.
Aseguró que si estas tecnologías se utilizan de manera idónea e inmediata, se habría evitado el daño medioambiental que hoy tenemos en el país y que acarrea consecuencias sociales y económicas que demandarán la acción conjunta de varios sectores para superarlas.
El profesional explicó que los desnatadores por lo general se utilizan cuando la magnitud del derrame se descontrola o sale de las proporciones de lo que se tenía contemplado para la contención y se ha expandido en un radio que implica un impacto al ecosistema.
"Se recomienda utilizar estos desnatadores, llamados también skimmer, que son herramientas de bombeo mecánico que tienen como finalidad absorber el hidrocarburo que se encuentra flotando en el mar".
El ingeniero recordó que el petróleo es menos denso que el agua; entonces, como ocurre con el agua y el aceite, no se van a combinar, "pero si vamos a tener una capa superficial que al ser menos densa que el agua, va a flotar. Lo que hacen estos skimmer es absorber ese sobrenadante, esa nata de petróleo crudo; lo bombea hacia tanques de almacenamiento temporal para luego hacerse la disposición final o la recuperación del hidrocarburo".
Resaltó que estas medidas no se deben aplicar independientemente cuando se producen derrames de esta magnitud, en este caso se necesita combinar varias técnicas tecnológicas para hacer una correcta contención y a la vez generar una recuperación del hidrocarburo.
En opinión del profesional, en el caso del derrame ocurrido en el mar de Ventanilla el pasado 15 de enero, no se aplicó de manera independiente ni conjunta. "No hubo ningún tipo de acción inmediata, lo que finalmente ha conllevado a lo que todos conocemos, que es la expansión exorbitante del crudo que ha llegado a cubrir un área de impacto".
Juan Manuel Chumpitaz, perteneciente al capítulo de Ingeniería Ambiental del Colegio de Ingenieros del Perú, asegura que algunas salchichas absorbentes que se han desarrollado en los últimos años, son de una tecnología más avanzada, y pueden captar solamente el hidrocarburo, sin ningún porcentaje de agua. "Estas salchichas pueden ser incluso reutilizables, es decir las exprimes, retiras el hidrocarburo y se pueden volver a utilizar en cualquier otro evento de esta naturaleza que pueda presentarse".
Adicionalmente -refirió- se pueden emplear, como lo tienen en sus planes de contingencia algunas empresas internacionales, embarcaciones que ya están implementadas con los skimmer y con un sistema de despliegue de salchichas absorbentes y de contención, de tal manera que tienen una estructura que lo que hace es contener, confinar y a la vez absorber con el skimmer.
"No estamos hablando de embarcaciones improvisadas, sino que están diseñadas para contemplar todas las acciones de contingencia en conjunto, dentro de una misma unidad de emergencia para este caso de derrames".
Plan de contingencia no se aplicó
El profesional, quien ha trabajado muchos años en el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental, afirma que no es que la empresa Repsol no tuviera un plan de contingencia. A su juicio, acá el plan de contingencia no se aplicó, y no se tomaron las medidas que la actual normativa en hidrocarburos contempla, incluso a través de su modificatoria.
"Desde mi punto de vista, lo que ha pasado evidencia irresponsabilidad, pues no se aplicó mínimamente lo que dice la normativa ambiental y tampoco al momento de aplicar lo que su mismo plan de contingencia dice y lo que ellos están comprometidos por ley al presentar un instrumento de gestión ambiental donde se adiciona lo que es el plan de contingencia".
Reitera que no se dio la importancia debida al derrame, y eso se puede evidenciar con el reporte de siete galones de crudo, cuando el derrame preliminarmente entregado por las autoridades es de 6000 barriles, cifra que para él, puede ser mayor.
En ese sentido, pidió que estas cifra sea revisada por la OEFA, el Ministerio del Ambiente y la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), a fin de sincerar el dato que pueda proporcionar Repsol en este caso.