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ACUSAN A FUNDAMENTALISTAS ISLÁMICOS DE VIOLAR DERECHOS HUMANOS Afganistán retrocede 20 años con el retorno del régimen talibán
30/12/2021 08:45 en INTERNACIONALES
Reprimen a mujeres que protestan por las ejecuciones extrajudiciales de miembros del anterior gobierno.

La mayor parte de los afganos vivieron este año una de sus peores pesadillas con el retorno de los talibanes al poder el 15 de agosto pasado. Su fulgurante victoria coincidió con la caótica retirada de las tropas extranjeras.

 

 

 

Kabul, Afganistán

EFE

En la mañana del domingo 15 de agosto, el rumor se hizo más fuerte: los talibanes estaban a la puertas de Kabul. Pronto las oficinas de los ministerios y otros organismos comenzaron a vaciarse de funcionarios, entre el miedo de una población que se apresuraba a encerrarse en sus casas ante la incertidumbre de lo que se avecinaba.

 

Los talibanes pidieron calma y anunciaron que no avanzarían hacia el centro de la ciudad hasta que se produjese una transición de poder ordenada, pero pocas horas después, para evitar según dijeron robos y disturbios ante la huida de las fuerzas de seguridad, entraron.

 

 

Huida

 

El presidente afgano, Ashraf Ghani, había abandonado ese mismo domingo el país, y al final del día, tras soportar numerosas críticas por su huida rápida y silenciosa, justificó su marcha para evitar “un derramamiento de sangre”.

 

Un palacio presidencial vacío y el despliegue en las calles de los temidos barbudos islamistas desencadenaron una carrera a la desesperada hacia el aeropuerto, donde miles de personas trataban de huir en algún vuelo, originando escenas de caos.

 

Hay imágenes que forman parte ya de la historia de Afganistán, como una pista abarrotada de gente en la que personas trataban de subir en un avión en marcha a punto de despegar, o de varios cuerpos cayendo al vacío desde una de las aeronaves.

 

El personal diplomático, advertido por los servicios de inteligencia, había iniciado desde la madrugada del domingo el desalojo de las embajadas hacia el área militar del aeropuerto, donde se instalaron durante un caótico proceso en el que la comunidad internacional trató de cumplir su promesa de evacuar a sus más estrechos colaboradores durante las dos décadas de ocupación.

 

 

La caída

 

Pero todo se torció. Ni los más pesimistas habían presagiado que en cuestión de unas semanas las 34 provincias afganas irían cayendo una tras otra bajo control talibán sin apenas resistencia, un proceso que se aceleró a partir del inicio en mayo de la última fase de la retirada de las tropas extranjeras.

 

La comunidad internacional intensificó el proceso de evacuación con el beneplácito de los talibanes, con los que Estados Unidos ya había llegado a un acuerdo en febrero del 2020 en Doha para retirar sus tropas del país en 14 meses.

 

Un salida bajo la condición, entre otros puntos, de evitar que Afganistán volviera a convertirse en santuario de terroristas como ocurrió durante su anterior régimen entre 1996 y el 2001, marcado por el apoyo a Osama bin Laden y los ataques del 11-S.

 

Pero las tropas estadounidenses solo tenían el control de la zona militar del aeropuerto, incapaces de poner orden en el exterior, donde miles de personas se apelotonaban desesperadas tratando de acceder al aeródromo.

 

Hubo estampidas, golpes, niños que se perdían entre la multitud, mientras durante días las familias trataban de avanzar hacia una de las puertas habilitadas. Y todo fue empeorando: el 26 de agosto, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) cometió un atentado suicida en uno de los accesos y mató a 170 personas, entre ellas trece soldados estadounidenses.

 

Ya no quedaba más tiempo. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que había heredado este proceso de su antecesor, Donald Trump, se comprometió a retirar las tropas del país a finales de mes y, poco antes del 31 de agosto, el último soldado de EE. UU. abandonaba Afganistán tras dos décadas de conflicto.

 

 

El retorno

 

El régimen fundamentalista, a pesar de su esfuerzo por cambiar su imagen, sigue cometiendo serios ataques a los derechos humanos basado en su estricta interpretación del islam, en la que su mayor obsesión es proteger a la mujer de la mirada corrompida del hombre.

 

Todos recuerdan cómo durante su anterior mandato las mujeres fueron relegadas al interior del hogar y se prohibió la educación femenina. El régimen talibán 2.0 no ha cambiado demasiado, a falta, dicen, de habilitar el contexto ideal para que puedan retomar sus actividades conforme a la sharía o ley islámica.

 

Crisis humanitaria

Poco antes de cumplirse el 20° aniversario de los ataques en EE. UU. que desencadenaron la invasión aliada y el derrocamiento del primer régimen talibán, los islamistas volvían al poder más fuertes que nunca.

 

Estados Unidos se apresuró a congelar unos 10,000 millones de dólares de las arcas afganas, al tiempo que se cortaba el flujo de ayuda internacional que había sostenido durante años al país, y que suponían alrededor del 43% de su PBI.

 

Se formaron largas colas en los bancos, donde las autoridades limitaron la retirada de efectivo a 200 dólares, mientras una parte de la población había perdido sus empleos, al tiempo que la crisis humanitaria se acentuaba por una economía golpeada por años de guerra.

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