Del infierno a la gloria. Así se puede graficar el momento que vive Alianza Lima porque inició el presente año en la Segunda División y lo termina como campeón nacional al derrotar a Cristal (1-0), en el resultado general, tras las dos finales disputadas en el Estadio Nacional, donde los “íntimos” levantaron su título nacional número 24 de su historia.
El empate a cero, en el partido de vuelta, le bastó a los aliancistas para quedarse con el cetro. Llegaron a este cotejo con el 1-0 a favor, gracias al triunfo del domingo anterior con gol de Hernán Barcos.
El partido comenzó con el guion previsto, ya que Sporting Cristal salió al ataque con la misión de igualar la final lo antes posible y Alianza Lima más preocupado en mantener a cero su arco y esperar su oportunidad al contraataque.
Los “rimenses” merodeaban permanentemente la portería blanquiazul, pero acusó su falta de acierto en el remate final, en especial de Alejandro Hohberg, quien desperdició un cabezazo libre de marca en el área y dos tiros libres, y de Irven Ávila, cuyo disparo cruzado se perdió a escasos centímetros del poste derecho del arco.
En el segundo tiempo, los “celestes” dejaron en el camarín el juego vehemente y ofensivo del primero para pasar a uno pasivo, el cual fue aprovechado por el rival para equiparar el juego. Alianza tuvo de repente más presencia en ataque y a punto estuvo de dejar sentenciada la final en un mano a mano de Wilmer ‘Zorrito’ Aguirre, un potente disparo de Oslimg Mora y un pase de la muerte que le quitaron a Jefferson Farfán por los pelos. Mientras, por parte de Cristal, Ávila tuvo un inmejorable remate de cabeza y, sobre la hora, Hohberg impactó un remate en el parante del arco aliancista.
Ya en los minutos finales, el partido se abrió más por la expulsión de Riquelme y de Ricardo Lagos tras una trifulca a causa de un penal reclamado por Cristal, pero el marcador ya no se movió para alegría de Alianza, que estalló en euforia por tomarse su revancha y cerrar a lo grande su retorno a la élite del fútbol.
“Agradezco a los jugadores, al club, directivos y a toda la gente que confío en nosotros. Todo el año hemos sido un equipo muy comprometido. Al principio era muy difícil saber nuestro presente, la situación de inicios de año fue complicada, pero después el grupo se fue afianzando”, sostuvo el técnico argentino Carlos Bustos, quien fue contratado por Alianza con el objetivo de devolverlo a la Primera División, pero le dio un título nacional.
Asciende a la gloria
Nada hacía presagiar al conjunto blanquiazul un final victoriosa para una temporada que comenzó en la segunda división, luego del histórico descenso sufrido la pasada campaña por una arbitraria decisión de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), que favoreció la permanencia de Carlos Stein.
El equipo aliancista tuvo que esperar con paciencia hasta marzo de este año para que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) haga justicia y lo devolviera a la primera división, cuando ya se había disputado la primera jornada de la presente temporada.
Pese a que había diseñado un equipo para jugar en segunda división, Alianza hizo gala de un enorme pundonor y solo perdió dos encuentros en toda la temporada, precisamente ante Cristal.
El conjunto victoriano ganó la fase 2 de la Liga 1 y se clasificó para esta final.
“Salir campeón era un sueño que tenía pendiente, estoy muy agradecido con el club, con los hinchas, con los compañeros, demostramos de lo que somos capaces, ahora hay que seguir peleando”, dijo un emocionado Jefferson Farfán.
Por su parte, el máximo goleador de Alianza en la temporada, con diez tantos, Hernán Barcos resaltó la fortaleza grupal. “Pasamos por un montón de dificultades, pero demostramos que con trabajo se pueden conseguir los objetivos. Alianza venía de un año complicado, pero le devolvimos la dignidad a este equipo”, dijo el delantero argentino.