“Hace 111 años, en 1910, Jorge Chávez logró una de las hazañas más valientes y recordadas de la historia: ser el primer hombre en cruzar los Alpes en avión. Este monumento nos recuerda la magnitud de aquella epopeya heroica y la representa mediante sus esculturas de bronce, que evocan a la figura griega de Ícaro, en su ascenso y descenso del sol”, señaló el burgomaestre durante la ceremonia. 

 

 

Los primeros pronunciamientos públicos para la construcción de un monumento en honor a Jorge Chávez comenzaron siete días después de su muerte, como consecuencia de las heridas que sufrió luego de cruzar los Alpes. La construcción del conjunto escultórico, sin embargo, se concretó recién 27 años después, en setiembre de 1937. Originalmente estuvo en el Campo de Marte, hasta que en 1945 fue trasladado al lugar donde está en la actualidad. 

 

El trabajo de restauración, a cargo de Prolima, consistió en la liberación de 23 capas de pintura que cubrían las esculturas y placas de bronce, las cuales impedían disfrutar de su pátina original. Asimismo, se retiró el material ajeno, tanto de la base escalonada como de la pirámide del monumento, construidas en granito. 

 

Del mismo modo, según evidencia histórica, se reintegraron las letras que habían desaparecido hace muchos años y que se encontraban originalmente en el monumento. Posteriormente, se hizo una restauración de fisuras y grietas y se colocó una protección final a todo el conjunto. 

 

 

A la fecha, la Municipalidad de Lima ha recuperado 42 esculturas del Centro Histórico de la capital, entre ellas el busto a Federico Elguera y la escultura de El Estibador Belga, próximas a entregarse. A la par se trabaja en la restauración de otras 13.