Una pintura rupestre de 1.70 metros sería una representación del Dios del Trueno.

La historia de la Amazonía peruana no ha sido suficientemente estudiada. Sin embargo, trabajos como el del arqueólogo Daniel Castillo  Benítez, del Instituto de Investigación de Arqueología y Antropología Kuélap de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza de Amazonas, están dando luces sobre lo que sucedía en esta zona del país. 

Por ejemplo, un estudio sobre toponimios hecho con sus alumnos dio varios datos curiosos. Por ejemplo, descubrieron que en el nombre de los lugares se percibían varias lenguas, una incluso aún sin identificar.

Pero en esa lista, también encontraron un hecho poco esperado. En la región Amazonas, en la cuenca del Marañón, se seguía rastros de la lengua cuye.

Este idioma se hablaba entre Áncash y Cajamarca hasta el siglo XIX. Sin embargo, no se sabía que hubiera llegado esta lengua hasta la selva peruana.

“Se demuestra que el río Marañón no era una barrera para el intercambio”, indicó Castillo.

Ídolos

Gracias a los estudios del léxico, una hipótesis surgió. Una pintura rupestre de 1.70 metros sería una representación del Dios del Trueno.

“Catequil fue una deidad que estuvo presente en los estados regionales y se le ha considerado una deidad panandina cuya trayectoria está presente en los incas y que con la llegada de los españoles destruyeron su oráculo en Huamachuco (La Libertad)”, aseguró el estudioso.

Catequilla o Catquilla son topónimos usados cerca de Cerro Cuaco, donde se halló la pintura. Además, la figura representada recuerda al ídolo Catequil.

Castillo hace la salvedad que aún esta idea es una hipótesis de trabajo y que requiere más investigaciones para llegar a una certeza.

De todas formas, subraya que los trabajos sobre toponimia han demostrado que hubo una amplia comunicación en la Amazonía prehispánica que se apoyaba en los ríos navegables.

Cifra

6 lenguas han dejado vestigios en los nombres de los lugares de la región Amazonas