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AFP: Los pros y los contras de jubilarse anticipadamente a los 50 años
NACIONALES
Publicado en 07/08/2021
Especialista recomienda evaluar bien las dos modalidades que existen actualmente ya que a largo plazo, y en términos pensionarios, no es lo más conveniente.

 La Mesa Directiva del Congreso promulgó la ley que uniformiza en 50 años de edad el requisito que deben cumplir los trabajadores para acceder a la jubilación anticipada en el Sistema Privado de Pensiones (SPP).

 

Hasta ahora la jubilación anticipada en el SPP se diferenciaba por género: 50 años para mujeres y 55 años para varones. Ahora queda uniformizada en 50 años para ambos géneros.
 
Hay dos formas de jubilarse anticipadamente en el SPP. Una es la REJA (Régimen Especial de Jubilación Anticipada), para lo cual el trabajador debe acreditar que se encuentra un año desempleado.
 
La otra modalidad es la Jubilación Anticipada Ordinaria (JAO), en la que el trabajador está trabajando, sigue aportando, pero si quiere jubilarse, la condición es que su fondo previsional en su AFP sea lo suficiente para garantizar una pensión mínima del 40% del promedio de las remuneraciones percibidas en los últimos 10 años.
 
 
¿Pero, vale la pena jubilarse a tan temprana edad? Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School, señala que todo depende del cristal con que se mire, hay pros y contras, pero a la larga, lo que parece claro es que el efecto es negativo, en términos pensionarios.
 
Carrillo señala que para aquellas personas que hace un año están desempleadas, y la pandemia y la crisis económica no ha hecho más que agravar su situación, la ley es una bendición del cielo, pues van a contar con cierta liquidez, acceder a una pensión o retirar el 95.5% de su fondo de pensiones, lo que les permite tener una mejor calidad de vida en el corto plazo.
 
Efectos en el largo plazo
 
Sin embargo, el aspecto negativo se presenta en el largo plazo, pues una cosa es jubilarse a los 50 años, y otra jubilarse a los 65 años. Si la jubilación es a los 65, hay dos efectos importantes: primero acumulas más fondos, son 15 años más de aporte; y segundo, que la pensión al final de la vida laboral, va a ser mayor.
 
Si hablamos de una renta vitalicia, para el trabajador que se jubila a los 65 años, sus expectativas de vida serán hasta los 95 años, así que la compañía de seguros calcula una renta para 30 años más de vida.
 
 
En cambio, si el trabajador se jubila a los 50 años, con similar expectativa de vida (95 años) la compañía de seguros tiene que proyectar una pensión ya no para 30 años, como el caso anterior, sino para 45 años, entonces la pensión que va a recibir es menor.
 
Carrillo concluye que el efecto negativo de la ley se verá recién en el largo plazo, para la jubilación como tal.
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