“Mi gran sueño es ubicarme entre los tres primeros en unos Juegos Paralímpicos”, así de claro es Efraín Sotacuro cuando se trata de hablar de sus objetivos próximos, y es que desde que fue confirmado como integrante de la delegación de paradeportistas peruanos para los Juegos Tokio 2020 se ilusiona con hacer historia en el certamen magno, programado para el 24 de agosto al 5 de setiembre.
La noticia, brindada por la Asociación Nacional Paralímpica (ANPPerú) tras recibir la comunicación enviada desde Bonn (Alemania) por la Comisión Bipartita y que lleva la firma de la World Para Athletic, era clara y concisa: Efraín Sotacuro correrá los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.
El maratonista nacido en Huancavelica esperaba impaciente esa noticia soñada, pues ya había hecho, con anticipación, el tiempo mínimo requerido por la organización. Su presencia en la fiesta deportiva de Japón era cuestión de tiempo.
“Me llegó una noticia motivadora, algo que estuve esperando y para lo que ya venía entrenando, la clasificación oficial a mis segundos Juegos Paralímpicos. Estoy feliz, emocionado y agradecido con todo el equipo humano y con cada una de las empresas que me han ayudado a construir mis metas y sueños”, manifestó Efraín desde su hogar en Huancavelica.
Su nombre tuvo más notoriedad hace dos años, cuando dejó en alto al Perú en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019 al conseguir la medalla de bronce en la prueba de 1,500 metros planos T46.
Ese mismo año, en diciembre, cristalizó su clasificación para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 tras obtener la marca mínima necesaria en la Maratón Málaga, en España.
Con el cupo en el bolsillo, Sotacuro aspira a llegar más alto, como subir al podio en la prueba de maratón. Se muestra convencido de conseguirlo respaldado por cada paso que dio en su vida llena de retos que él supo sortear y salir triunfante.
“Mi gran sueño es ubicarme entre los tres primeros en unos Juegos Paralímpicos. Sé que no es fácil, pero uno tiene que marcarse grandes metas; y el trabajo en equipo, la disciplina, la perseverancia sé que nos va a llevar por ese camino. Ahora seguiré entrenando en el estadio de Huancayo y, en paralelo, cuidando mi alimentación”, aseveró el paradeportista de 30 años, quien encarna a la típica persona luchadora capaz de convertir la adversidad en grandes oportunidades.
El deporte lo salvó
Antes de recibir una descarga eléctrica de una torre de alta tensión abandonada en Casapalca (Huarochirí), en el 2008, cuando tenía 17 años, que le hizo perder gran parte de los dos brazos –también le pusieron 15 puntos en la cabeza–, Efraín Sotacuro jamás había practicado disciplina alguna debido a que su meta era otra, lejos de las pistas.
Pero cuando comenzaba a sentir desprecio por él mismo y se resistía a aceptar la discapacidad, el paraatletismo apareció en el 2012 para transformar su presente y futuro. Nunca pensó que tramitar su credencial en el Consejo Nacional para la Integración de la Personas con Discapacidad (Conadis) lo marcaría.
Allí recibió la invitación para participar en una carrera de 10 kilómetros. Tras analizarlo y prepararse durante una semana en un parque, asistió y terminó ubicándose en el puesto 12. Así nació su romance con el fondismo. El tiempo no pasó en vano porque el paradeportista ahora se siente más cuajado, tanto en el aspecto personal como en el deportivo. Se ha convertido en un referente para aquellos que necesitan un impulso. Muchas personas del extranjero le piden ayuda motivacional porque lo ven como un ejemplo de superación.
En lo estrictamente deportivo, llegará a Tokio 2020 con más recorrido y de hecho evitará los errores que cometió en los Juegos Río 2016 que lo colocaron a un paso de ganar una medalla. Hoy tiene la mente y el corazón puestos en engrandecer aún más a su patria.